Las narcoavionetas protagonizan el carnaval del valle cocalero de Perú
Una comparsa de la comunidad de Canayre representa cómo se carga la droga
El Valle de los ríos Apurímac, Ene y Marañón (VRAEM) es el mayor productor de hoja de coca y de cocaína en Perú. Su corazón, la provincia de Pichari, celebró el fin de semana pasado el Carnaval Picharino 2016 y una comparsa de la comunidad de Canayre representó cómo se carga una narcoavioneta con los colores de la bandera boliviana, tal y como ocurre en la realidad.
“Llegó la avioneta, añañau, allí está la plata, llegó. Al toquecito (rapidito) nomás”, comentaba el animador del carnaval, describiendo la escena. Cinco jóvenes cargadores con costales en la espalda, y uno más simulando llevar un arma para resguardar la operación, rodeaban un mototaxi disfrazado -con plástico blanco- de avioneta.
Fuera del escenario del carnaval, quienes cargan las avionetas con los ladrillos o paquetes de droga realizan la acción en un par de minutos, con tal de no ser detectados por las patrullas del Ejército que operan en la zona, también recorrida por las columnas de remanentes del grupo subversivo Sendero Luminoso.
A fines de agosto, el Gobierno peruano promulgó una ley para interceptar los narcovuelos, una práctica que quedó suspendida en 2001 cuando, por error, las fuerzas del orden derribaron una nave particular en la que viajaban una misionera estadounidense y su hija. Entre 1995 y 2001, la CIA administraba el programa de interceptación aérea.
Canayre fue hasta el 2006 una comunidad controlada o asediada por Sendero Luminoso, pero el Ejército Peruano instaló una base militar, como en otras comunidades del VRAE, para atacar a la vez el narcotráfico y a los alzados en armas que también están involucrados en el negocio de la droga.
En Pichari, la sede del carnaval, hay un intenso comercio debido a la abundancia de dinero producto del negocio de la droga: en las dos calles principales abundan tiendas con los modelos más recientes de teléfonos inteligentes y de calzado deportivo. La jornada laboral se paga bastante mejor que en otras zonas del país: cuidar una madrugada una carga de droga en una chacra (sembrío) supone 200 dólares. La plata llega rápido, como testimonia el carnaval.
Pichari está habitado principalmente por colonos, llegados de muchos puntos del Perú, por ello la canción del video es en quechua. Un importante porcentaje de la población oriunda pertenece a la etnia asháninka.
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