Internet está cada vez más vigilado
Freedom House alerta de la consolidación de las restricciones a la privacidad en la Red
La libertad en Internet se ha reducido por quinto año consecutivo. Se han consolidado las restricciones a los derechos de los internautas y la vigilancia a los usuarios se ha expandido. Estas son algunas conclusiones del informe sobre la libertad en la Red que este miércoles publica la organización independiente Freedom House, que ha analizado la situación en 65 países —que acogen al 88% de los usuarios mundiales de Internet—. El estudio indica que cada vez más Gobiernos tratan de censurar información de interés general y presionan al sector privado para que retire los contenidos que les resultan molestos.
Más de 3.000 millones de personas navegan por Internet. Según las estimaciones de Freedom House, el 61% de ellas vive en países en los que las críticas al Gobierno, al Ejército o a las familias que están en el poder han sido objeto de censura. El informe, titulado Libertad en Internet 2015, sostiene que se ha producido una escalada en los arrestos y la intimidación a los usuarios. En 40 de los 65 países analizados el año pasado han sido dictadas penas de cárcel por haber compartido en contenidos a través de las redes sociales. En siete de ellos, las condenas han sido de siete años o más. En China, un tribunal sentenció al académico uigur Ilhan Tohti a cadena perpetua por “fomentar el separatismo” a través de una página web.
La organización ha realizado el estudio entre el 1 de junio de 2014 y el 31 de mayo de 2015. Su clasificación se basa en tres parámetros: los obstáculos para el acceso a Internet; los límites impuestos a los contenidos, y las violaciones de los derechos de los usuarios, incluyendo la vigilancia, la persecución legal, acoso o ataques a los internautas. Así, otorgan una puntuación a los 65 países analizados y los dividen en tres categorías: libres (18 países, entre los que están Estonia, Canadá, Alemania o Australia), parcialmente libres (28, entre los que se encuentran Turquía, México, Colombia o India) y no libres (19, entre los que se sitúan Cuba, Siria, Irán o Etiopía). Islandia es el Estado que mejor nota obtiene, frente a China, con la peor. España no ha sido evaluada.
"En muchos sentidos, el pasado año ha sido de consolidación y adaptación de las restricciones en Internet, en vez de un dramático deterioro [en el grado de libertad en la Red]. Los Gobiernos que ya habían expandido su arsenal de herramientas para controlar el entorno digital ahora están reforzando la aplicación de estos métodos", se explica en el informe. Según el estudio, los países que han experimentado una mayor caída han sido Libia —en donde se ha incrementado la violencia en contra de blogueros y se han registrado casos de censura política, así como una subida de los precios de Internet—, Ucrania —con persecuciones debido a críticas vertidas contra el Gobierno de Kiev y el aumento de la violencia de los separatistas prorrusos contra los usuarios proucranios— y Francia —que, a raíz de los atentados de París, aprobó una legislación restrictiva en la Red.
La vigilancia ha ido en aumento a nivel mundial. Esta es una de las principales tendencias detectadas por Freedom House. En 14 países —también democráticos, como Francia o Australia— se han aprobado nuevas medidas autorizando estas prácticas, "impulsados en parte por la preocupación por el terrorismo y por la expansión del Estado Islámico". Ciberactivistas, compañías tecnológicas y organismos internacionales han criticado las leyes que obligan a la retención indiscriminada de los llamados metadatos por considerar que violan la integridad, seguridad y la privacidad de los sistemas de comunicación.
Otra conclusión a la que llega Freedom House es el cambio de tendencia a la hora de censurar contenido en Internet. Los internautas están cada vez más preparados para esquivar esa censura, por lo que los Gobiernos optan por solicitar tanto a usuarios como al sector privado la retirada de contenidos que les resultan molestos. Así, conscientes de que es posible saltarse los bloqueos que se impongan, las autoridades presionan para exigir la retirada de la información que consideran ofensiva. En el mejor de los casos, apoyándose en la ley. En los peores, incluso recurriendo a la intimidación y a la tortura. Según el informe, en Bahréin la cuenta satírica en Twitter @Takrooz contaba con unos 100.000 tuits. Fueron borrados todos excepto uno: "Me torturaron en prisión".
Además, se ha reducido la posibilidad de protección en la Red, pues los Gobiernos han dado pasos hacia la prohibición de la encriptación y el anonimato, fundamentales en el caso de periodistas y activistas de derechos humanos, que se sirven de estas herramientas para proteger su libertad de expresión.
They tortured me in prison
— Takrooz (@Takrooz) August 18, 2014
El estudio también recoge avances. Freedom House expone que 15 países han registrado mejorías este último año. Los principales logros, indica el informe, se deben a cambios legislativos o decisiones judiciales. Y concluye: "El activismo digital ha sido y sigue siendo el principal promotor del cambio alrededor del mundo, particularmente en sociedades que carecen de derechos políticos y libertad de prensa".
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