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Los egipcios recurren al humor para criticar las elecciones de Al Sisi

Solo ha acudido a votar en la primera vuelta alrededor del 22% del censo

Recuento de votos de la primera vuelta de las elecciones egipcias en El Cairo.
Recuento de votos de la primera vuelta de las elecciones egipcias en El Cairo.KHALED DESOUKI (AFP)

Los egipcios han recurrido a su célebre sentido del humor ante la dictadura del mariscal Abdelfatá al Sisi. La bajísima participación electoral registrada en la primera vuelta de las elecciones legislativas, las primeras bajo su mandato, ha dado pie a todo tipo de chistes y burlas en las redes sociales, sobre todo Facebook y Twitter. Estos espacios, más difíciles de controlar por parte de las autoridades, son los que utilizan los jóvenes, los más distantes del régimen actual, para expresarse.

El hashtag #badal_min_tantajib (“en lugar de votar”) canalizó las bromas y se convirtió en trending topic en Egipto durante el lunes con más de 7.000 mensajes. La idea, lanzada por diversos activistas, animaba a los ciudadanos a proponer otras actividades mejores que acudir a las urnas, una original forma de promover el boicoteo de los comicios. En las elecciones no han participado buena parte de los partidos de la oposición laica e islamista, ya sea porque están ilegalizados, como los Hermanos Musulmanes, o por decisión propia al creer que no se dan las garantías mínimas.

De momento, no existe una cifra de participación oficial, si bien fuentes del Ejecutivo la situaron alrededor del 22%. Durante el segundo día de votación, las autoridades decretaron un día de fiesta a los funcionarios públicos, que representan la mayoría de la mano de obra, y recordaron que la ley establece multas de 500 libras (algo más de 50 euros) para quienes no cumplan el deber cívico de acudir a las urnas. El régimen de al Sisi, instaurado tras un golpe militar en verano del 2013, ya tuvo que recorrer a todo tipo de estrategias para elevar la participación en las presidenciales del año pasado, que fue finalmente del 46%. Por ejemplo, a última hora, amplió un día el fin de la votación.

“Soy uno de los primeros en participar en #badal_min_tantajib, voy a ver la película Everest”, escribió en su cuenta de Twitter el activista Bin Jamal Eddin poco antes de la apertura de los colegios electorales. Otros participantes invitaban a pintarse las uñas, bailar, beber vodka, o abofetearse a uno mismo por la reciente devaluación de la libra egipcia frente al dólar. También abundaron las fotos de escenas de películas en las que el protagonista llora desconsoladamente, en referencia al estado anímico de las autoridades al ver la actitud apática de la ciudadanía frente a sus llamadas a la participación.

“Según las tendencias en el Twitter de Egipto, [el actor] Morgan Freeman, que está actualmente en Egipto, es más popular que las elecciones al Parlamento”, escribió en su cuenta de twitter el conocido bloguero The Big Pharaoh.

Sin embargo, la ironía en las redes sociales a veces puede acarrear serias consecuencias en este régimen. Esto es lo que le sucedió a Amr Nohan, condenado a tres años de cárcel por el simple hecho de colgar en Facebook una fotografía del presidente al Sisi con unas orejas del personaje de Disney Mickey Mouse. El principal cargo en su contra fue el de “intento de derrocar el Gobierno”.

La evidencia de los colegios vacíos ha sido tan incontestable, que incluso los medios de comunicación más afines al Gobierno han debido admitir el fracaso que ello representa. “El gabinete anuncia una participación de no menos del 22%. ¡Como si la gente fuera ciega!”, titulaba el rotativo Al-Dustur. En sus páginas, se han filtrado comentarios críticos con la ley electoral, diseñada para favorecer el retorno de los caciques locales, muchos de ellos miembros del partido disuelto de Mubarak. Sin embargo, el Gobierno ha optado por una gastada estrategia a través de una nota del ministerio de Exteriores: demonizar a los medios extranjeros por manipular la realidad de Egipto.

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