España considera “irreversible” el cambio político en Cuba
García-Margallo plantea que las elecciones libres serán el último paso de la transición
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, declaró ayer en Madrid que considera que “el cambio político en Cuba es irreversible”, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de la isla y Estados Unidos que se cerró el pasado septiembre con la reapertura de la embajada norteamericana. El diplomático aseguró en el encuentro Iberoamérica nos une, en el que también participaron la secretaria general iberoamericana Rebeca Grynspan y el subsecretario de Exteriores chileno, Edgardo Riveros, que el proceso de Cuba debe dosificarse y que una transformación que empiece con “el restablecimiento de las libertades” debe acoger “elecciones libres” solo en su última fase.
“La democracia no se exporta como el café soluble”, advirtió Margallo, quien coincidió con Grynspan en que este sistema político “no se establece por decreto” y que, por tanto, en Cuba hay que buscar primero “desatascar la economía y que la sociedad aprenda a vivir en libertad”. La secretaria agregó que la democracia en Iberoamérica es una conquista relativamente reciente que las nuevas generaciones solo aprecian como “un dato” más. Hace apenas un par de décadas países como Argentina, en dictadura hasta 1983; Chile, hasta 1990; y España, 1976, estaban bajo regímenes autoritarios.
El canciller español señaló, en ese sentido, que espera que las elecciones parlamentarias de Venezuela del 6 de diciembre se celebren con “normalidad” y que “todas las partes acepten los resultados”. La justicia venezolana condenó el mes pasado, en una polémica sentencia, a 13 años de cárcel a Leopoldo López, uno de los principales líderes opositores del Gobierno, acusado de instigar las manifestaciones de 2014 que se saldaron con la 43 muertos y cientos de heridos. Margallo insistió durante el encuentro, que organizaron la Secretaría General Iberoamericana y la Casa de América, en que la situación del país sudamericano precisa de unos comicios libres, pese a que sea inevitable que haya inestabilidad después de las elecciones.
La necesidad de estrechar lazos entre la comunidad iberoamericana, objeto del evento, se cerró con la participación de la científica argentina Marcela del Río, el escritor peruano Fernando Iwasaki y el periodista y narrador argentino Martín Caparrós. Este último fue el que más cuestionó las expectativas de la integración. “Iberoamérica lleva 200 años separándose”, afirmó, “desde la independencia cada país ha buscado construir su identidad diferenciándose de los otros”. También ironizó sobre los intercambios desequilibrados entre la Península y Latinoamérica, patente en “la relación deportiva de carácter extractivo”: “América Latina produce la materia prima, la carne, y España la compra y la consume”, señaló en alusión a las estrellas del fútbol latinoamericano que juegan en la Liga.
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