La exlíder del mayor sindicato de América Latina seguirá en la cárcel
Un tribunal mexicano niega la petición de los abogados de Elba Esther Gordillo de otorgarle la prisión domiciliaria
Elba Esther Gordillo, la mujer que fue la líder del mayor sindicato de América Latina y una de las personas más poderosas de México, permanecerá en la cárcel, donde se le investiga por supuesta delincuencia organizada, fraude y lavado de dinero. Un tribunal falló en contra de la petición que los abogados de la exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) por no reunir los requisitos previstos por la ley.
El abogado buscaba que el juez otorgara a su cliente la prisión domiciliaria, pero el magistrado falló en contra debido a que la ley mexicana indica que la prisión, bajo el argumento de la edad que había esgrimido el defensor, solo se otorga cuando el arresto ocurre después de que el detenido haya cumplido los 70 años. Gordillo tenía 68 cuando fue arrestada antes de que abordara un avión privado.
Gordillo (Comitán, Chiapas, 1945) creció en un hogar humilde en el sureste de México para después mudarse a la capital donde consiguió un empleo como profesora, desde donde comenzó a escalar con habilidad puestos en la política mexicana. Fue militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1970 y ocupó incluso la Secretaría General de la formación política entre 2002 y 2005. Pero el puesto que más le ganó amigos -y enemigos, como ella misma reconoció en una entrevista con este periódico- fue el de líder del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el mayor de América Latina con dos millones de agremiados, y cuya dirigencia gestionó con un puño de hierro desde que ascendió en 1988. El puesto, además, le ganó su mote: "La Maestra".
La Maestra era conocida por sus derroches -que nunca intentó ocultar-, sus numerosas cirugías plásticas, su cercanía a políticos de todo color político y las exhibiciones de poder que la mantenían como una de las personas más poderosas del país. Su sindicato llegó a recibir hasta 1.100 millones de pesos entre 2000 y 2009 (unos 100 millones de dólares al tipo de cambio de entonces) del dinero que pagan todos los contribuyentes mexicanos. Gordillo organizó entregas de camionetas Hummer a sus líderes más cercanos, compró varias mansiones de lujo y gastaba a manos llenas. Una sucursal de Neiman Marcus en Nueva York reconoció que la exlíder sindical gastó entre 2009 y 2012 más de dos millones de dólares solo en zapatos, bolsos y vestimenta.
Gordillo fue líder durante más de 20 años del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el mayor de América Latina
Pero La Maestra, también maestra de la gestión política en México, cometió un imperdonable error de cálculo en la política mexicana. Cuando en 2000 su partido de toda la vida, el PRI, perdió la presidencia de la república, Gordillo decidió cambiar de tercio político y comenzó un acercamiento con la nueva formación en el Ejecutivo del país: el PAN, pese a que mantenía su militancia priista.
Gordillo inició un estira y afloja con el exlíder del PRI, Roberto Madrazo, que terminó con su expulsión del partido en 2006. Los priistas la acusaron de mantener un manejo político paralelo a los intereses de la formación (el SNTE, encabezado por Gordillo, apoyó a una nueva formación aparecida en 2005: Nueva Alianza) y de mantener una agenda paralela a sus funciones como secretaria general.
La Maestra, como es apodada, fue detenida acusada de desvío de fondos en febrero de 2013 antes de que abordara un avión privado
La Maestra mantuvo el liderazgo del SNTE hasta el regreso del PRI a la presidencia de la mano de Enrique Peña Nieto. Solo pasaron tres meses antes de que la Justicia mexicana la detuviera en un operativo acusada por hacerse de recursos de procedencia ilícita: el desvío de recursos públicos. La Fiscalía mexicana (Procuraduría General de la República, PGR), cifró el monto desviado en más de 2.000 millones de pesos (unos 117 millones de dólares). Su captura ocurrió solo un día después de que el Congreso promulgara la reforma educativa de Peña Nieto, una de las piedras fundacionales de su ambicioso Pacto por México, y al que Gordillo se había opuesto.
La Reforma Educativa, no obstante, pese a que ha sido aprobada, sigue enfrentando escollos. El presidente Peña Nieto anunció a inicios de este mes cambios en su gabinete, entre los que estuvo la cartera de Educación, que mantenía Emilio Chuayffett, y puso al mando a uno de sus hombres más cercanos: Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia, para la puesta en práctica de la ley. Gordillo, entretanto, mirará lo que ocurre desde la prisión de Tepepan, donde permanece presa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.