“Esta crisis es un imán para los criminales”

Rob Wainwright, (1967, Gales) dirige Europol, la agencia europea de policía y fuerzas de seguridad que lucha contra la delincuencia internacional y el terrorismo. La masiva llegada de refugiados y sobre todo la proliferación de facilitadores de personas dispuestos a rentabilizar los dramas ajenos han obligado a la agencia a redirigir sus investigaciones. En lo que va de año, han abierto 1.500 casos nuevos en los que están implicados 30.000 sospechosos de facilitar la inmigración ilegal.

Pregunta. La Unidad de Europol que combate el terrorismo en la Red dedica ahora parte de sus esfuerzos a luchar contra los que comercian con la inmigración ilegal en la red. ¿Qué se han encontrado?

Respuesta. Por un lado, los migrantes crean grupos en las redes sociales para intercambiar consejos de viajes, información de los controles en las fronteras o los beneficios que ofrecen a los refugiados los distintos países. Pero hay también muchas páginas de criminales que prometen rutas seguras.

P. Cualquiera puede entrar en Internet y contactar con un contrabandista. Está a la vista de todos. ¿Porqué resulta tan complicado cerrar las páginas?

R. Es un fenómeno creciente. Y son grupos con gran capacidad tecnológica, que utilizan distintas plataformas. Si se cierra una página, pueden abrir otra en segundos. Europol no tiene poder para cerrarlas y la policía de los Estados Miembros tampoco. Además, es muy importante mantener un equilibrio entre la seguridad y la libertad en la Red.  Nos apoyamos en las propias empresas para que sean ellos las que las retiren. Nos hemos sentado con las principales plataformas de redes sociales y hay muy buena cooperación. Se plantean cerrar algunas de las páginas.

P. Cómo ha evolucionado su presencia en la Red?

Si se cierra una página, pueden abrir otra en segundos.

R. Este año ha crecido. El aumento de refugiados ha creado muchas oportunidades de negocio. En lo que va de año hemos identificado cerca de 30.000 sospechosos y se han abierto 1.500 nuevos investigaciones. Eso refleja la dimensión del problema.

P. ¿Se puede dibujar un perfil de los facilitadores de inmigración ilegal?

R. Es un perfil híbrido. Muchos son oportunistas, gente de a pie. Otros forman parte de redes multinacionales. Hemos detectado cientos de casos y en algunos de ellos había gente de Siria, Irak y paquistaníes que organizaban, rumanos que transportaban… En los últimos diez años hemos comprobado que un tercio de los facilitadores están también implicados en tráfico de drogas, lavado de dinero, falsificación de documentos… Esta crisis es un imán para los grupos criminales que saben que pueden hacer dinero fácilmente. Son gente flexible, capaces de adaptarse con mucha facilidad.

P. ¿Hasta qué punto Turquía está dispuesta a cooperar?. Frenaron la salida de grandes cargueros, pero las pequeñas lanchas salen a diario cargadas de refugiados.

R. La cooperación con Turquía es fundamental. La UE se está acercando a Turquía y Alemania aprovecha sus relaciones bilaterales, pero hay que tener en cuenta que es un país con dos millones de refugiados. Si para la UE es difícil acoger a los que vienen, para los turcos también.