Acoso público contra la esposa del ‘número dos’ del chavismo

Las tensiones políticas se encrespan en Venezuela. A Cayo Sal, unos de los islotes regados por el llamado Golfo Triste (en el estado de Falcón) que conforman el Parque Nacional Morrocoy, llegaron el viernes pasado la ministra de Turismo, Marleny Contreras, y la Gobernadora regional, Stella de Lugo, como parte de una gira de inspección durante la temporada vacacional. Contreras, exdiputada a la Asamblea Nacional por el chavista Partido Unido Socialista de Venezuela, es además esposa del presidente del parlamento y segundo a bordo del oficialismo, Diosdado Cabello; Lugo, por su parte, también del bando progubernamental, heredó su cargo por endoso electoral de su esposo, el exgobernador de Falcón, Jesús Montilla.

La gira terminó de manera abrupta. Los veraneantes en la playa, al identificar a las visitantes, se aglomeraron entre la multitud y al grito de “¡Fuera!”, entre abucheos, increparon a las funcionarias. Algunos les arrojaban puñados de arena cuando Contreras y Lugo, resguardadas con timidez por efectivos de la Guardia Nacional y la Policía regional, abordaron la lancha que las traería de vuelta a tierra firme.

Los veraneantes en la playa, al identificar a las visitantes,  al grito de “¡Fuera!” increparon a las funcionarias

Los actos de acoso contra funcionarios públicos estuvieron a la orden del día en Venezuela durante la crisis política de 2002, año del Golpe de Estado que desalojó a Hugo Chávez del poder durante 47 horas y del paro petrolero que se prolongó tres meses. Pero tras esos embates fracasados, el poder hegemónico del régimen y algunas medidas legales —como, por ejemplo, la reforma del Código Penal de 2005 que impuso multas y sanción de cárcel para los autores de cacerolazos y otros acosos públicos— previnieron que ese tipo de protesta se hiciera costumbre.

Tras el incidente, ni Contreras ni Lugo hicieron comentarios. Pero se supo que el sábado cinco personas que participaron en la manifestación fueron detenidas por la Guardia Nacional y recluidas en la sede de la policía regional en la población de Tucacas, estado de Falcón.

De acuerdo con el abogado Gonzalo Himiob, directivo de la ONG Foro Penal Venezolano, el domingo se imputaron a los detenidos delitos como ultraje a funcionario público, intimidación pública y resistencia a la autoridad, previstos en el Código Penal. También se les acusa de incurrir en intimidación u hostigamiento contra la mujer, una falta tipificada en el artículo 40 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Himiob reportó que al menos una de las detenidas, Jocelyn Prato, de 25 años de edad, estudiante de la estatal Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa), resultó herida durante su captura y “requirió de asistencia médica”. Familiares denuncian por las redes sociales que necesita una intervención quirúrgica por una lesión en la mano derecha.