Un empresario cercano a los Kirchner obtuvo 800 millones en contratos
Lázaro Báez está implicado en la causa Hotesur, la que más inquieta al Gobierno, en la que se investiga si blanqueó dinero a través de falsas pernoctaciones en hoteles de los Kirchner
El caso Hotesur, el que más quebraderos de cabeza ha provocado a los Kirchner porque afecta directamente a las empresas de esta familia en Santa Cruz, la provincia donde empezaron su carrera política, sigue ofreciendo datos escandalosos. Según un informe oficial enviado por el Gobierno y publicado hoy por La Nación, Lázaro Báez, el empresario más cercano a los Kirchner, implicado en esa causa porque presuntamente pagaba por centenares de estancias en habitaciones en los hoteles de los Kirchner que nunca fueron ocupadas, logró contratos con la administración pública de más de 800 millones de dólares en los últimos 10 años. Hay contratos de todo tipo, según la información oficial citada por el diario, desde hospitales a carreteras o cloacas, todas concentradas en Santa Cruz, la provincia que dominan los Kirchner. En el mismo día en que se publicaba la información, un juez también falló a favor de Margarita Stolbizer, diputada de la oposición y principal denunciante del caso, para que el Gobierno le entregue toda la información sobre la empresa Hotesur.
Los jueces habían reclamado esta información al Gobierno para tratar de comprobar si Hotesur, la empresa de la familia de la presidenta, funcionaba como un centro de lavado de dinero para que el empresario devolviera los supuestos favores logrados en los contratos públicos. Sin embargo, a pesar de que es el caso que más complicaciones presenta para los Kirchner, los jueces también han tomado recientemente decisiones que complican mucho el futuro de la causa y sobre todo van en contra de lo que desean los denunciantes, en especial la diputada de la izquierda y candidata presidencial Stolbizer, que ha sido la que con más fuerza ha perseguido enjuiciar a los Kirchner por esta causa.
La más importante de todas llegó en julio cuando, en una decisión muy polémica, fue apartado de la causa el juez Claudio Bonadío, que la había retomado poco antes con mucha fuerza y había ordenado inspecciones en las empresas de los Kirchner. En medio de enormes presiones políticas en uno y otro sentido y en plena campaña electoral, la Cámara Federal de Buenos Aires decidió quitarle la causa a Bonadío por “pérdida de imparcialidad” y entregársela a otro colega, Daniel Rafecas, que no parece dispuesto a ir tan rápido como el anterior.
La batalla judicial es clave para las elecciones de octubre en las que Cristina Fernández de Kirchner, pese a que no se presenta, tiene una presencia notable. La oposición insiste en las denuncias de corrupción aunque las encuestas detectan que este asunto no parece prioritario para los votantes.
Los Kirchner y el empresario Báez han hecho varios intentos para que la causa salga de Buenos Aires y vuelva a Santa Cruz, con mucha menos repercursión mediática y una presión aún mayor sobre los jueces, pero hoy mismo llegó el último fracaso de esos intentos con el rechazo de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia a hacerse cargo de una derivada del caso.
Los ganadores de la obra pública en Argentina
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner buscó este martes relativizar la importancia del constructor Lázaro Báez como proveedor del Estado argentino. Báez es el mismo empresario que al mismo tiempo que ganaba subastas de obras públicas del Gobierno de Fernández alquilaba todas las habitaciones de hoteles de la presidenta argentina en una maniobra sospechada de lavado de dinero. Pero el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de Argentina difundió un ranking de los mayores proveedores de obras nacionales en los 12 años de kirchnerismo y el grupo de las tres empresas de Báez aparece en el puesto 36.
A la cabeza de la construcción kirchnerista figura el mayor grupo empresario privado de Argentina, Techint, cuyo presidente, Paolo Rocca, ha protagonizado diversos enfrentamientos con el Gobierno de Fernández por sus políticas económicas. En segundo lugar está Electroingeniería, una de las empresas que más ha crecido bajo el kirchnerismo. Completa el podio IECSA, la compañía de Angelo Calcaterra, primo del candidato presidencial centroderechista, Mauricio Macri.
El Grupo Austral, de Baéz, logró contratos del Gobierno nacional en los últimos 12 años por un total de 110 millones de dólares, el 0,3% de todas las obras que impulsó el kirchnerismo. El Ministerio de Planificación aclara que provincias y municipios de Argentina lo contrataron para otras construcciones por un valor de 848 millones.
En la clasificación aparece en sexto lugar la brasileña Odebrecht, cuyo presidente, Marcelo Odebrecht, ha sido encarcelado en junio pasado en su país por presunta corrupción. En noveno puesto está Rovella Carranza, una constructora que fue una de las más beneficiadas en las subastas de áreas petroleras que organizó la provincia patagónica de Neuquén en la rica formación de esquisto de Vaca Muerta.
Algunos empresarios que crecieron en la era kirchnerista están entre los 20 más ganadores de obras públicas nacionales: Enrique Wagner, de la firma Esuco (7º lugar); el fallecido Juan Carlos Relats, de JCR (10º); Cristóbal López, de CPC (13º), y Enrique Eskenazi, de Petersen (16º), exsocio de Repsol en YPF. López es otro ejecutivo que ha alquilado propiedades de Fernández.
Detrás están la norteamericana General Electric (GE, 18ª) y la alemana Siemens (20º), que en su escándalo mundial de corrupción reconoció que pagó sobornos a los Gobiernos argentinos de Carlos Menem (1989-1999) y Fernando de la Rúa (1999-2001). Entre las españolas, Isolux figura en el puesto 15º; Comsa, 23º; ACS, 25º; Duro Felguera, 33º y Abengoa, 34º. Y dos escalones más abajo está Báez, reconocido amigo del fallecido expresidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007).
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