Dimite el jefe de la ONU en República Centroafricana por el caso de abusos
La organización investiga a sus cascos azules por supuestas violaciones a niños
El máximo responsable de la misión de Naciones Unidas en República Centroafricana (Minusca), el general senegalés Babacar Gaye, dimitió este miércoles en medio del escándalo de abusos sexuales contra menores que salpica a sus cascos azules desplegados en el país. Según informó desde Nueva York el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Gaye ha aceptado la petición de dimisión cursada por él mismo. "No puedo poner palabras a lo angustiado, enfadado y avergonzado que estoy por las repetidas informaciones a lo largo de los años de explotación y abusos sexuales por parte de fuerzas de la ONU", manifestó Ban.
La Minusca cuenta con casi 11.000 efectivos, la mayoría militares y policías, con el mandato de mediar entre las comunidades cristiana y musulmana y sus milicias armadas, envueltas en una escalada violenta desde finales de 2013.
La oficina de Ban mantiene abierta una investigación sobre la gestión hecha por la Minusca de denuncias de abusos sexuales a menores desplazados al campo de M'Poko, en la capital del país, Bangui. Las vejaciones se habrían cometido entre diciembre de 2013 y junio de 2014, y afectarían a una docena de niños de entre nueve y 16 años. Entre los presuntos autores de las violaciones estarían soldados del contingente francés, de la Operación Sangari, que no está bajo el paraguas de la ONU, y también militares de la Minusca.
El escándalo, no obstante, vio la luz pública después de que un funcionario de la ONU, Anders Kompass, ante la pasividad de la organización y contraviniendo las normas internas, hiciera llegar a la justicia francesa un informe preliminar de los hechos. La Fiscalía de París abrió diligencias para investigar a los militares franceses.
La dimisión de Gaye, que también comandó una de las misiones más polémicas de la ONU por las continuas denuncias de abusos, la MONUC, en Congo, llegó 24 horas después de que la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional denunciase un nuevo caso de violación. Según esta ONG, efectivos de la Minusca estuvieron implicados en la violación de una niña de 12 años y la muerte de un padre y su hijo (Balla y Suleimane Hadji).
Los hechos ocurrieron entre el 2 y 3 de agosto, en el polémico enclave musulmán del barrio PK5, en Bangui, durante una operación en la que participaron agentes de fuerzas policiales ruandeses y cameruneses. Durante los enfrentamientos con residentes, un efectivo camerunés de la Minusca perdió la vida.
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