El gobernador de Veracruz declarará por el asesinato de Rubén Espinosa
La Fiscalía de Ciudad de México cita a Javier Duarte para obtener más información sobre las amenanzas que denunció el fotoreportero
La Fiscalía del DF ha llamado a declarar a Javier Duarte, el gobernador del Estado de Veracruz, por el asesinato de cuatro mujeres y del fotoperiodista Rubén Espinosa el 31 de julio en un apartamento de la capital. Espinosa y su amiga Nadia Vera habían huido hacía pocos meses de Veracruz, letal para el ejercicio de la prensa, denunciado amenazas por su actividad profesional y política en el Estado. El caso ha despertado el clamor de la sociedad civil y organismos internacionales, que desde el inicio demandan una investigación a fondo para esclarecer el posible móvil político del crimen.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el perredista Miguel Ángel Mancera, anunció este lunes que un equipo de la Fiscalía estatal, encabezado por el Subprocurador de Investigaciones Previas Centrales, Óscar Montes de Oca, se ha trasladado a Veracruz para reunirse el martes con sus homólogos veracruzanos y con el Gobernador. “Hay disposición para ofrecer datos por parte del Gobierno de Veracruz y en ese contexto he comentado con él (Duarte) que requeriremos una declaración suya directa”, señaló.
Veracruz es Estado más peligroso del país para la libertad de prensa. En los últimos cuatro años, bajo el mandato del controvertido Duarte, han matado a 15 periodistas y se han registrado vulneraciones de los derechos humanos contra activistas políticos. Tanto Espinosa como Vera habían apuntado al gobernador en sus denuncias una vez que salieron del Estado. Llegaron a decir en un programa de televisión que si algo les ocurría, el responsable era Duarte.
ONG y organismos internacionales demandan una investigación a fondo para esclarecer el posible móvil político del crimen
A sus 41 años es uno de los gobernadores más jóvenes del país y su nombre ha sonado en alguna ocasión para dar el salto al Gobierno federal, presidido por Enrique Peña Nieto. Duarte lleva en el cargo desde 2010, continuando una saga de mandatarios priistas que dura más de 80 años. Veracruz no ha tenido transición de partido desde la apertura democrática del sistema mexicano en el 2000.
El Estado del Golfo de México es una de las economías más prósperas del país gracias a sus reservas petroleras y a contar con uno de los puertos que sirve de importante nodo comercial. Su localización estratégica y su bonanza económica le situaron en el foco de las mafias del crimen organizado durante los peores años de la guerra contra el narcotráfico. Desde 2011, la acción concertada del ejército y la policía estatal, a las órdenes de Duarte, ha logrado mitigar los golpes del narco. Pero el Estado sigue teniendo una de las tasas de homicidio más altas del país. El año pasado se registró un fuerte repunte. Las muertes violentas superaron el millar de casos, así como las extorsiones y los secuestros, según datos de la Secretaría de Gobernación.
ONG como la internacional Artículo 19, defensora de la prensa, la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, más un espectro amplio de voces de la sociedad civil, llevan exigiendo desde el inicio del caso agotar todas las pesquisas antes de descartar el asesinato político. Al menos un centenar de informadores han sido asesinados en México desde el año 2000, siete en lo que va de 2015, con un índice de impunidad del 90% en agresiones a reporteros, según la Organización de Poetas, Escritores y Novelistas (PEN Internacional).
El anuncio de la declaración ante la Fiscalía defeña coincidió con las primeras palabras del gobernador Duarte sobre el multihomicidio, donde también murieron otras dos jóvenes y la empleada doméstica. En una entrevista radiofónica concedida el mismo lunes, dijo que al no haber sucedido en Veracruz no corresponde a las autoridades de su Estado investigarlo: “Quiero dejar claro que no tengo ninguna participación en el homicidio de Rubén Espinosa y que quiero aportar todo lo que pueda para ayudar a la procuraduría del DF. Pongo a disposición todo lo que sé”.
El único detenido teme por su vida
El caso se ha cobrado ya un primer detenido, con antecedentes por violación, y que ha reconocido el robo pero no los asesinatos. La policía sigue la pista de otros dos sospechosos que, según unas imágenes del servicio de videovigilancia, salieron del edificio durante la tarde del día del suceso. El detenido, Daniel Pacheco Gutiérrez, de 42 años, culpa de las muertes a los otros dos sospechosos y ha declarado que teme por su vida, por lo que las autoridades han establecido medidas especiales de vigilancia en el penal en el que está recluido.
Desde el inicio de la investigación la fiscalía mantiene en sus comunicados oficiales tres líneas abiertas: el feminicidio, el robo y el asesinato político. Los datos que va dando a conocer el ministerio público, las informaciones extraoficiales y las filtraciones que gotean a los medios mexicanos desde el comienzo de la instrucción van sin embargo volcando la balanza hacia el móvil del robo con homicidios.
En su primera comparecencia, el fiscal Rodolfo Ríos, indicó que el apartamento fue "saqueado". Las imágenes del servicio de videovigilancia, el principal cabo del que están tirando las pesquisas, muestra a los dos sospechosos saliendo del edificio a las tres de la tarde portando una maleta, de la que el Fiscal dijo que "podría portar objetos".
De acuerdo a la información del teléfono móvil de Espinosa, el último mensaje que envío a un amigo fue a las 14,13. Los crímenes - robo, ejecuciones y al menos una violación- tuvieron que suceder en menos de una hora.
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