Muere asesinado a tiros un español en el nordeste de Brasil
El gallego Anxo Anton, que cumplía pena por homicidio, fue tiroteado en plena calle
El español Anxo Anton Valiño, de 51 años, fue asesinado a tiros este jueves en São Gonçalo do Amarante, un municipio del estado brasileño de Río Grande do Norte, en el nordeste del país. Valiño, nacido en Ferrol, cumplía en régimen abierto una condena de 19 años por la muerte de un empresario brasileño en 2004. La víctima estaba llegando a su casa en moto cuando otra motocicleta se le acercó y sus dos ocupantes le descerrajaron varios tiros. Murió en el acto prácticamente en la puerta de su casa.
La prensa local recogió las primeras impresiones de la Policía Civil que afirmó que la muerte del español podría ser un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas y no con el homicidio por el que fue condenado en 2007. Los agentes encontraron una pequeña cantidad de marihuana y 484 reales, cerca de 120 euros, en los calzoncillos de la víctima. Valiño ya había sido detenido de nuevo en 2010 por un caso de narcotráfico durante una operación policial en el municipio de Macau, también en Rio Grande do Norte, informa Efe.
El asesinato del empresario de hostelería Paulo Ubarana fue muy mediático en la región. Ubarana desapareció en septiembre de 2004 después de cenar con Valiño y su mujer, la bailarina brasileña Patricia Maria da Silva. El empresario fue encontrado una semana después con dos tiros en la cabeza, en las dunas de una playa del litoral sur del Estado. Durante el juicio, la acusación defendió la tesis de que el móvil del crimen estaba relacionado con las deudas del español con el que era su socio y la constante amenaza de este de denunciarlo a la Policía Federal por residir en Brasil sin papeles.
El gallego siempre negó su participación en el crimen, aunque reconoció a la prensa local que, cuando fue detenido, confesó porque la policía le torturó. Él y su esposa fueron cosiderados culpables por un jurado popular y condenados a 19 y 16 años de cárcel.
En febrero de 2009, dos años después de ser sentenciado y comenzar a cumplir su pena en regimen semiabierto, Valiño concedió una entrevista a un diario regional. Se había convertido en una especie de celebridad local y los medios se hacían eco de cada uno de sus avances en la justicia. El gallego contó al periodista los dramas que había vivido en la cárcel, entre ellos la decapitación de un preso, y se describió como una persona temerosa. "Ahora tengo miedo de todas las personas que me miran", dijo para justificar por qué nunca decía dónde vivía.
Valiño también respondió en la Justicia brasileña hace ocho años por una acusación de fraude que estaba siendo tramitada por un juzgado de Barcelona. Carmen Siestas López lo acusaba de haberse gastado todo el dinero que le había dado bajo la promesa de invertir en Brasil y comprar todo lo necesario para una boda que no se celebró. El abogado de la familia del empresario asesinado afirmó en aquel entonces que Valiño había usado una táctica parecida para engañar al socio.
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