Texas invierte en un polémico plan para evitar la inmigración ilegal
Las organizaciones que protegen a los inmigrantes temen más muertes en la frontera con EE UU por las medidas
El nuevo gobernador de Texas, Greg Abbott, no quiere correr la misma suerte que su antecesor, el ahora candidato presidencial republicano Rick Perry, que se vio sorprendido por la oleada de menores y familias centroamericanas que cruzaron ilegalmente la frontera con Estados Unidos, sobre todo a través de territorio texano. Por ello, impulsó y promulgó un paquete de 800 millones de dólares para asegurar más aún la frontera durante los próximos dos años.
El plan incluye un avión de vigilancia por 7,5 millones de dólares, un centro de entrenamiento y 250 efectivos
El plan incluye un avión de vigilancia por 7,5 millones de dólares, un centro de entrenamiento y 250 efectivos sobre el terreno. Todo ello a sumarse a los 23.000 agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) que ya están desplegados a lo largo de toda la frontera, además de 1.000 agentes de la Guardia Nacional que Perry posicionó en 2014, solo para Texas.
Las organizaciones de derechos civiles ven estos planes de seguridad con inquietud. Según advierten, más seguridad implica también más muertes de inmigrantes indocumentados en su intento por llegar a Estados Unidos. “La frontera está más militarizada que nunca. Ahora las personas toman muchos más riesgos para llegar, porque es la única opción que les queda. Contratan a organizaciones criminales o cruzan por zonas extremadamente riesgosas. Están mucho más expuestos a morir”, explicó Fernando García, director ejecutivo de Border Network for Human Rights.
En 2014, la Patrulla Fronteriza registró la muerte de 115 personas en el Valle del Río Grande
En 2014, la Patrulla Fronteriza registró la muerte de 115 personas en el sector del Valle de Río Grande, la cifra más alta en los sectores de la frontera. Aunque la agencia no ha publicado los números del año fiscal 2015, para marzo de este año ya acumulaban 55 muertes en la misma zona.
“La gente se está muriendo”
Pero para activistas como Eddie Canales, director de South Texas Human Rights Center, estos números son solo la punta del iceberg. Canales recibe decenas de llamadas de personas buscando a familiares extraviados en el intento por cruzar la frontera. Él, junto a voluntarios, sale en su búsqueda. “No estamos recuperando los cuerpos, la gente se está muriendo. No se está haciendo un esfuerzo real por buscarlos. La Patrulla Fronteriza no quiere gastar el capital político que tiene con los rancheros, pidiéndoles entrar a sus tierras a cada rato”, aseguró Canales.
Un activista recibe decenas de llamadas de personas buscando a familiares extraviados en el intento por cruzar la frontera
Las pesquisas en terreno privado son clave, ya que son los caminos más utilizados por quienes intentan cruzar la frontera. Pero si los rancheros impiden la entrada, entonces el destino de los cuerpos es un misterio y los inmigrantes se convierten en eternos desaparecidos.
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