Mogherini: “A Israel le pido que tenga fe en los que negociaron el acuerdo”
"El pacto abre la puerta a una relación con Irán basada en la confianza", dice Mogherini
Federica Mogherini tiene la cara cansada y tensa. Anoche no durmió nada. Ha sido una de las protagonistas de estas extenuantes negociaciones. Estuvo mediando, insistiendo, limando asperezas, superando dudas y recelos. Un esfuerzo final coronado con éxito. Ahora puede disfrutar, después de un maratón de dieciocho días. Evita entrar en los detalles del acuerdo [nuclear con Irán]. Más que hablar de centrifugadoras nucleares y de sanciones prefiere analizar el nuevo futuro geopolítico.
"Este es un acuerdo a favor de la no proliferación nuclear. Contribuye a la seguridad y la estabilidad en una región como Oriente Medio que tanta necesidad tiene de paz. Esto, en sí mismo, supone ya un hecho histórico. Pero es su valor político el que nos ofrece escenario enteramente nuevos, pues abre la puerta a relaciones basadas en la confianza: un sentimiento ausente desde hace décadas entre la comunidad internacional e Irán. Las consecuencias serán extraordinarias, en beneficio de todos. Incluso para nosotros los europeos".
Pregunta. Después de treinta y cinco años, Irán se asoma de nuevo al escenario mundial. ¿Con qué papel?
Respuesta. Ahora podrá desempeñar un papel clave para resolver la larga serie de conflictos que están incendiando Oriente Medio. Pensemos en Siria, en la labor de persuasión que podría ejercer con Bachar el Assad. Pensemos en el peso que ha tenido en Irak. Apoyó un gobierno de unidad nacional que reunía a chiíes, suníes y kurdos. Hoy podría hacer aún más.
P. ¿En qué se basa esa confianza?
R. Nuestra tarea no termina con el acuerdo. El pacto ha de implementarse, debemos afrontar su paso por el Consejo de Seguridad de la ONU, ya fijado para dentro de unos días, en relación con el levantamiento de las sanciones. También debe actuar el Consejo Europeo para abolir el embargo que decretamos en su momento. Ante Europa se abren muchas oportunidades. Económicas, culturales, comerciales. Pero para explotarlas tenemos que establecer una relación de confianza con Irán. Seguir haciendo lo que hemos hecho durante los últimos meses y semanas de negociaciones. Solo de esta forma podremos gestionar los conflictos en Oriente Medio de una manera completamente diferente a como se ha hecho hasta ahora.
P. Pero la confianza se gana.
R. Irán se la ha ganado en veintitrés meses de negociaciones. La ha obtenido de las mayores potencias mundiales. Sin distinción alguna.
P. ¿Serán los resultados de las inspecciones lo que determine el restablecimiento de las sanciones?
R. La tarea del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) será crucial. Irán ha firmado con el OIEA un acuerdo por separado. Y esto les devuelve una función que les había sido arrebatada. Pero la verificación pasará por un mecanismo de cariz más político. Toda eventual violación del acuerdo acabará en la Comisión Mixta, que la analizará y la llevará después al Consejo de Seguridad para su resolución.
P. ¿El secreto del éxito?
R. La voluntad política. Si no impera entre quienes se sientan alrededor de la misma mesa no se consigue ninguna solución técnica. Se ha hablado mucho, pero sobre todo se ha escuchado. Se concedió y se obtuvo. Con la clara conciencia de que el fracaso abriría una serie de nuevos conflictos en Oriente Medio y de que hoy habría sido un día peor para el mundo entero.
P. ¿Cómo responde a los recelos de Israel?
R. Puedo entender sus temores. Todos los que han trabajado por el acuerdo lo han hecho para evitar que uno de los grandes países en la región pueda desarrollar armas nucleares. A Israel le pido que tenga fe. No en relación con Irán, sino con esa amplia parte del mundo que ha trabajado tanto para llegar a un acuerdo que se ha firmado de manera compacta. En busca de su seguridad también.
© La Repubblica
(Traducción de Carlos Gumpert)
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