La derecha pierde en la tercera provincia más poblada de Argentina
El partido del candidato presidencial Macri se ilusionaba con una victoria en Santa Fe, pero perdió por el 0,1% ante el socialismo
En la serie de elecciones a gobernador provincial que antecede a las presidenciales de Argentina de agosto próximo la población suele votar pensando en su realidad local y no en la nacional. Por eso resulta un ejercicio a veces estéril la extrapolación de los resultados provinciales a la disputa por la sucesión de la peronista Cristina Fernández de Kichner en la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina). Sin embargo, Propuesta Republicana (PRO), el partido conservador del candidato presidencial Mauricio Macri, se ilusionaba con que una racha de victorias locales en cuatro de los cinco principales distritos de Argentina crearan un clima a favor de sus aspiraciones a desplazar al kirchnerismo del poder federal. Este martes se conoció una noticia que hiere, aunque no de muerte, la “ola amarilla”, el color de PRO, con la que se ilusionaban algunos de sus dirigentes y militantes.
El Tribunal Electoral anunció que el partido de Macri perdió las lecciones a gobernador de Santa Fe, la tercera provincia más poblada de Argentina y una de las que cuenta con las tierras más fértiles del país. El candidato a jefe santafecino de PRO, el cómico Miguel del Sel, obtuvo el 30,5% de los votos, apenas por debajo del 30,6% del socialista Miguel Lifschitz, según el recuento definitivo de sufragios que se conoció nueve días después de los comicios. La diferencia fue de solo 1.776 votos. Es así que el socialismo, en alianza con la centrista Unión Cívica Radical (UCR), seguirá gobernando Santa Fe por cuatro años más, como lo viene haciendo desde 2007. La UCR, a su vez, es aliada de PRO para los comicios nacionales. Mientras tanto, el candidato kirchnerista, Omar Perotti, quedó cerca del socialista y del conservador, con un 29,2%, y se dio por conforme.
Este martes no hubo bailes con globos como los que suele marcarse Macri cada vez que gana una elección en el único distrito que gobierna su partido, la ciudad autónoma de Buenos Aires, con pocos menos electores que Santa Fe. El candidato presidencial conservador, que además es alcalde porteño, había festejado con ritmo de rock la victoria de su candidato en las primarias de voto obligatorio a gobernador santafecino apenas dos meses atrás. El pasado 19 de abril, el humorista Del Sel, candidato único de PRO, había logrado el 32%. El socialista Lifschitz y su rival radical en las primarias sumaban juntos el 31,8%. El candidato único del kirchnerismo, Perotti, solo el 21,8%. ¿Qué ocurrió en solo dos meses para que el resultado cambiara entre las primarias y los comicios definitvos?
PRO aspiraba a una serie de triunfos locales antes de las presidenciales de agosto próximo
En la reciente campaña electoral llovieron las críticas sobre Del Sel por su falta de preparación política, su humor machista y sus opiniones polémicas como la defensa del castigo físico a los hijos y a los alumnos. Su partido, PRO, nació tras la crisis política y socioeconómica de Argentina de 2001 por impulso de Macri, un exempresario que quiere mostrar una imagen de nueva política, aunque aglutine también a varios que gobernaban en aquellos tiempos. El alcalde porteño ha apostado en distritos clave por famosos, en lugar de políticos profesionales, pero en Santa Fe acabó sufriendo un revés. Del Sel no es el único candidato que ha traído de fuera de la política: en las próximas elecciones de julio en Córdoba, segunda provincia en población, ha colocado a un exárbitro de fútbol como candidato a vicegobernador y en La Pampa, que vota en agosto, ha puesto al exfutbolista de la selección argentina Carlos Mac Allister como aspirante a jefe provincial.
Las críticas al cómico conservador Del Sel y el desgaste de ocho años de gobierno socialista de Santa Fe, en los que la violencia del narcotráfico ha crecido hasta niveles desconocidos en Argentina, permitieron que el candidato kirchnerista creciera entre abril y junio. De ahí que el tercer puesto deje satisfecho al aspirante oficialista a suceder a Fernández, Daniel Scioli, gobernador de la porvincia de Buenos Aires, donde vota más de un tercio de los argentinos. En cambio, el pírrico triunfo socialista en Santa Fe tendrá poco impacto nacional, dado que la candidata presidencial de la alianza Progresistas, Margarita Stolbizer, aparece relegada en las encuestas, muy por detrás de Scioli y Macri.
La oposición al kirchnerismo se ilusiona, en cambio, con la victoria el pasado domingo de la UCR, en una gran coalición con PRO y el peronismo opositor, en los comicios de Mendoza, quinto distrito más poblado. Allí gobernaba el kirchnerista Frente para la Victoria desde hace ocho años. Habrá que estar atentos a lo que suceda el próximo 5 de julio. Ese día se votará en Córdoba, donde el peronismo opositor aspira a derrotar a la alianza UCR-PRO, y en la capital argentina, en la que el partido de Macri enfrenta al independiente Martín Lousteau, con apoyo radical. También en ambos distritos, el kirchnerismo parece relegado al tercer puesto. Sergio Massa, candidato presidencial del peronismo opositor, augura que si continúan los reveses para PRO, él pueda acortar distancias con Macri.
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