Un grupo afín al Estado Islámico en Gaza se atribuye un ataque a Israel
El Ejército israelí bombardea la franja en respuesta al lanzamiento de dos cohetes
Un grupo salafista afín al Estado Islámico (EI) ha reclamado la autoría del lanzamiento de dos cohetes contra Israel desde Gaza en la noche del miércoles. El Gobierno israelí, que ha respondido bombardeando tres instalaciones militares en la franja, ha señalado, sin embargo, a Hamás como responsable. Los cohetes lanzados desde Gaza tenían como objetivo las ciudades de Ashkelon y Netivot y, según Israel, son el segundo ataque desde la franja en 10 días. Un grupo radical, que se autodenomina como las Brigadas de Omar, ha publicado en Twitter un comunicado en el que asume la responsabilidad del ataque, informa Reuters. "Continuamos con nuestra yihad contra los judíos, los enemigos de Dios, y nadie va a ser capaz de impedirlo". El ataque, han añadido, es una represalia contra Hamás por matar a un seguidor del EI en Gaza este martes.
El ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, ha asegurado en un comunicado que Hamás es responsable del ataque desde Gaza, incluso si quienes lanzaron los cohetes "pertenecen a una red global de grupos yihadistas que intentan desafiar a Hamás atacándonos a nosotros".
El ataque del Ejército israelí no ha causado ningún herido, según fuentes médicas palestinas. La policía y las fuerzas de seguridad de Hamás ya habían evacuado varios edificios e instalaciones militares en la franja por temor a una represalia. Los aviones israelíes han sobrevolado la franja antes de lanzar varios proyectiles en el norte, centro y sur del territorio, y al menos uno de ellos ha sido dirigido contra una instalación de entrenamiento del las Brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamás.
El pasado 27 de mayo, Israel bombardeó cuatro objetivos en el sur de Gaza tras el lanzamiento de un cohete contra las inmediaciones de la ciudad israelí de Ashdod. Hamás detuvo entonces a varios miembros de la Yihad Islámica y les acusó de violar el alto el fuego en vigor con Israel que puso fin a la guerra de 50 días del pasado verano, en la que murieron 2.200 palestinos, en su mayoría civiles, y 73 israelíes, de los que 67 eran soldados.
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