90 muertos tras el bombardeo saudí a una base de misiles en Yemen
La coalición árabe intensifica sus ataques horas antes de un anunciado alto el fuego
Los bombardeos de la coalición que encabeza Arabia Saudí sobre posiciones rebeldes en Yemen se han intensificado este martes horas antes de un anunciado alto el fuego, de acuerdo con residentes en Saná. Mientras, nuevos datos sobre el ataque de la víspera contra una base de misiles en el monte Nuqm, al este de la capital yemení, elevan el número de víctimas a 90 muertos y 300 heridos, según la agencia estatal Saba que cita a un funcionario de la oficina del gobernador. Se trata del resultado más mortífero en un solo ataque desde que empezara la operación a finales de marzo.
La cifra, que se aleja sustancialmente de los cinco muertos de los que se informó inicialmente, parece sustentada por fuentes del Ministerio de Sanidad, donde uno de los responsables dijo a la agencia France Presse que había “al menos 69 heridos y 250 muertos”. Al parecer, algunos proyectiles siguieron estallando durante horas y las autoridades han tenido dificultades para tratar a los heridos debido a la escasez de medicinas y material sanitario por el bloqueo que ha impuesto la coalición militar.
Las presiones internacionales a ese respecto han llevado a Arabia Saudí a anunciar una tregua de cinco días a partir de las 11 de la noche de este martes hora local (una hora menos en la España peninsular). Las agencias de Naciones Unidas y numerosas ONG se preparaban para transportar alimentos y medicinas ante una situación que han calificado de “catástrofe humana”. Ya antes de la guerra ya un 40 % de los yemeníes requería ayuda alimentaria. Ahora, la escasez alcanza al agua que sin combustible no puede extraerse del subsuelo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene tres aviones listos para despegar de Dubái con 300 toneladas de tiendas de campaña, colchonetas y mantas para atender a las decenas de miles de desplazados por los bombardeos.
“ACNUR está terminando los preparativos para un gigantesco puente aéreo de ayuda a Saná en los próximos días, si el alto el fuego entra en vigor y se mantiene”, ha anunciado un portavoz en Ginebra, citado por Reuters.
Sin embargo, la oportunidad puede convertirse en un nuevo punto de fricción. Irán, país al que Arabia Saudí acusa de estar detrás del asalto al poder de los Huthi el pasado enero, ha anunciado el envío de un carguero con ayuda al puerto de Hodeida, protegido por un destructor y un barco de apoyo actualmente desplegados en el golfo de Adén. Los saudíes, por su parte, han advertido que cualquier violación de la tregua supondrá la inmediata reanudación de los bombardeos. No está claro que estén dispuestos a permitir el acceso de un navío iraní.
“Estamos convencidos de que no hay solución para el problema de Yemen más que a través de un diálogo, que debe ser interyemení”, ha declarado a su llegada a Saná el nuevo enviado de la ONU, Ismail Ould Cheikh Ahmed. El diplomático mauritano quiere aprovechar la tregua para lanzar las estancadas conversaciones políticas entre las distintas facciones yemeníes.
Es un análisis que comparte la mayoría de los observadores y, después de seis semanas de bombardeos, es también el deseo de los yemeníes. “La pausa humanitaria debiera estar seguida por una solución política, no militar”, reclamaba este martes el editorial del diario emiratí The National, a pesar de que Emiratos Árabes participa en la coalición. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de la Ayuda Humanitaria, hasta mediados de la semana pasada, los ataques habían dejado 1.527 muertos, 646 de ellos civiles, y 6.266 heridos.
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