La 'City' celebra la estabilidad pero teme el referéndum
Las ganancias en la Bolsa y la libra recogen la euforia de los inversores ante la inesperada victoria
Ni los sondeos más optimistas permitían a los inversores imaginar un escenario tan estable para el próximo Gobierno de Reino Unido como finalmente han arrojado los resultados electorales. La victoria de los conservadores de David Cameron fue acogida positivamente por los mercados, que temían tanto la inestabilidad de un Gobierno en minoría como las recetas de los laboristas para la economía y sus cuentas de resultados.
De ahí la euforia con la que los inversores acogieron el recuento de votos y que llevó finalmente al índice de la Bolsa de Londres a cerrar con una subida del 2,26%, arrastrando tras de sí a todas las bolsas europeas, con ganancias por encima del 2% en los índices. Al frente de las subidas, la banca y el sector energético, objetivo de algunas de las subidas de impuestos propuestas por el Partido de Ed Milliban.
Los analistas auguran que los tipos seguirán bajos por más tiempo
Pero la estabilidad no está exenta de riesgos. La libra esterlina, que llegó a subir por encima del 2% en su cambio frente al euro en los mercados asiáticos, moderó las ganancias al constatar que la victoria tory implica la celebración de un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE. Las encuestas sugieren que los británicos están divididos al 50% sobre esa cuestión pero, tras el fiasco de los sondeos electorales, las encuestas arrojan serias dudas.
Fabrice Montagne, de Barclays, lo advertía desde primera hora: “el entusiasmo inicial puede dar paso por un recelo a medio plazo. La perspectiva de un referéndum [sobre la permanencia en la Unión europea] en 2017 generará previsiblemente muchas incertidumbres, sobre todo si las encuestas dan un peso creciente al sí”.
Sin necesidad de pactos con otras formaciones, los analistas dan por hecho que los conservadores seguirán adelante con su plan de ajuste. Eso permitirá, dicen, que el Banco de Inglaterra mantenga los tipos de interés bajos durante más tiempo y que la retirada de los estímulos monetarios y la subida del precio del dinero no se produzca, en ningún caso, antes de 2016.
“Nuestra visión es que la recuperación de la economía británica es lo suficientemente fuerte como para lidiar con estas incertidumbres pero los inversores internacionales pueden volver a mostrar recelos. Y ese no es un tema menor teniendo en cuenta el elevado déficit por cuenta corriente de Reino Unido”, asegura Julian Jessop, economista jefe global de Capital Economics en Londres.
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