Grecia denuncia que los desacuerdos entre el FMI y la UE dificultan el pacto
Varoufakis se muestra pesimista sobre la posibilidad de lograr un acuerdo en la próxima reunión del Eurogrupo, el lunes 11 de mayo
La UE y el FMI llevan semanas denunciando la actitud del Gobierno griego en las negociaciones para acabar con los serios problemas de liquidez de Atenas. Grecia pasó este martes al ataque: el Ejecutivo de Alexis Tsipras acusó al Fondo y a la UE de “impedir” un acuerdo por las discrepancias entre ambos organismos, según un documento interno. El nerviosismo se apoderó de las bolsas y los mercados de deuda, en un claro toque de atención acerca de las consecuencias del bloqueo en las negociaciones.
“El FMI ha puesto sus líneas rojas en las reformas, en particular en la laboral y la de pensiones, y se muestra más flexible en la negociación de las metas de superávit primario [antes del pago de intereses] y abre la puerta a una restructuración de deuda. Pero la Comisión Europea es más flexible en las reformas y tiene sus líneas rojas en el superávit y en la reestructuración de deuda”, criticó Grecia. “Como consecuencia, no puede haber acuerdo en estas condiciones”, apunta el documento.
El ministro griego Yanis Varoufakis se reunió este martes en Bruselas con el comisario Pierre Moscovici. Grecia ha iniciado una nueva ronda de contactos diplomáticos para desbloquear las negociaciones y tratar de persuadir al BCE de que no recorte su acceso a liquidez tras una reunión que se celebra este miércoles en Fráncfort. Varoufakis reclamó “progresos rápidos” ante las dificultades de liquidez de Grecia, pero se mostró pesimista respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el próximo Eurogrupo, el 11 de mayo.
La solución se precipitará en los próximos días, por una decisión del BCE que cierre el grifo de liquidez de la banca griega o por los propios problemas de Atenas para pagar al FMI —casi 1.000 millones en mayo— o más adelante al BCE. La Comisión repitió este martes que no habrá ayuda financiera para Grecia mientras no haya una lista de reformas del agrado de los acreedores. Y que solo más adelante, cuando se negocie el tercer rescate, se podrá discutir acerca de una reestructuración de deuda. Pero el FMI aseguró en Riga hace dos semanas que el superávit fiscal ha desaparecido, y que en esas condiciones se hace imprescindible una reestructuración, según avanzó este diario el pasado 24 de abril. Poul Thomsen, el representante del FMI, vaticinó que este año Grecia cosechará un déficit del 1,5% del PIB (frente al superávit primario presupuestado del 4% del PIB) por la caída de los ingresos y el parón de su economía.
En un encuentro con periodistas, el ministro alemán Wolfgang Schäuble sugirió este martes en Berlín que los socios europeos no aceptarán una quita de la deuda griega. Fuentes europeas aseguran que las únicas concesiones vendrían en forma de alargamiento de los plazos de devolución y rebajas de los intereses. El FMI quiere algo más para seguir a bordo, a la vista de que la deuda griega podría no ser sostenible. “Esas contradicciones entre el FMI y los socios obstaculizan la negociación y generan altos riesgos”, dijo este martes Grecia en el documento citado.
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