Arabia Saudí teme un atentado por su intervención en Yemen
El portavoz del Ministerio del Interior reconoce, sin embargo, que la amenaza inmediata es el yihadismo
Arabia Saudí ha justificado su intervención en Yemen por el peligro que suponía la presencia de Irán (chií) en su frontera sur a través de la milicia de los Huthi. De hecho, el asunto será uno de los ejes de la cumbre que mañana martes van a celebrar en Riad los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Sin embargo, la amenaza más inmediata para el reino (y sus aliados en ese foro) sigue viniendo de los yihadistas suníes, según admite el portavoz del Ministerio del Interior, el general Mansur al Turki, durante una entrevista con EL PAÍS en el Club de Oficiales de la capital saudí.
“Hemos detectado que alguien está intentando insistentemente organizar un gran atentado en Arabia Saudí para desestabilizar el reino”, responde el general Mansur a la pregunta de si el bombardeo de Yemen ha aumentado el riesgo de atentados. “Interceptamos información sobre un posible ataque a las instalaciones de Aramco”, añade en referencia a la empresa nacional de petróleo.
Interceptamos información sobre un posible ataque a las instalaciones de Aramco", dice Mansur
Aunque evita mencionar a Irán, en varias ocasiones da la impresión de que su “alguien” se refiere a ese país. “No sabemos de quién se trata, pero desde finales del año pasado los análisis de nuestros equipos antiterroristas apuntan a que están al acecho y que si encuentran alguien dispuesto a apretar el gatillo o suicidarse, están ahí para facilitarle armas, explosivos o el apoyo logístico que necesite”, precisa.
Sin embargo, según el propio Ministerio del Interior, la mayoría de los 93 presuntos terroristas cuya detención anunció la semana pasada estaban vinculados con el Estado Islámico (EI). Y al menos 77 de ellos eran ciudadanos saudíes, incluido uno de los tres de la célula que al parecer planeó un ataque suicida fallido con un coche bomba contra la Embajada de Estados Unidos en Riad. Ese país suspendió sus servicios consulares durante una semana el pasado marzo debido a una “elevada preocupación de seguridad”.
“Los radicales se unen a quien sea más activo y esté dispuesto a ayudarles. Da la impresión de que [el EI] es ahora más activo que Al Qaeda en el reclutamiento”, afirma el portavoz antes de explicar que tanto la búsqueda de candidatos como de fondos se lleva a cabo a través de las redes sociales, lo que hace más difícil su detección. “A menudo, quienes cooperan para un atentado tan sólo conocen los apodos del resto”, apunta.
Resulta sin embargo difícil establecer un vínculo entre esas detenciones, que según lo anunciado se produjeron entre diciembre de 2014 y el pasado 18 de abril, y la intervención en Yemen. "Durante la Operación Tormenta Decisiva detectamos intentos activos de atentar y nunca se sabe”, insiste el general Mansur sin aportar datos concretos. De hecho, reconoce que en los dos ataques contra los policías fueron obra de ciudadanos saudíes, aunque también hubo dos sirios implicados.
Coincidiendo con la campaña militar, los centros comerciales y los hoteles han colocado a la puerta vigilantes que inspeccionan los bolsos de las mujeres. El portavoz acepta que han recibido información sobre la posibilidad de un ataque llevado a cabo por una mujer, pero estima que debiera registrarse a todo el mundo. Aún así, el gesto parece más bien destinado al consumo interno, ya que las encargadas no son policías ni llevan pistola. Tampoco está claro qué harían de encontrar armas o explosivos en las carteras.
Ante la mención de que la operación en Yemen está beneficiando a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) que ahora se mueve con mayor libertad por el este de ese país, el general admite implícitamente el problema, aunque evita la causalidad. “No estamos contentos con ello y por eso el Gobierno está intentando ayudar a las autoridades legítimas. El caos [en Yemen] no es bueno para la seguridad del reino; AQPA o el EI, cualquiera puede encontrar refugio seguro allí. Lo tenemos en cuenta en nuestro esfuerzo antiterrorista y hemos reforzado nuestra frontera. Es todo lo que podemos hacer: evitar que alguien cruce ilegalmente o pase armas o explosivos de contrabando, una amenaza que se ha ampliado con los Huthi”, afirma.
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