Un peritaje no halla sangre en la ropa del imputado en el caso Nisman

Una pericia judicial ha descartado este lunes que la ropa del único imputado por la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, estuviese manchada con sangre. La exesposa de Nisman, la juez Sandra Arroyo Salgado, había pedido que la justicia allanara la vivienda de Lagomarsino, el técnico informático que trabajaba para su exmarido, y que secuestrara ordenadores, memorias y vestimentas manchadas. Por lo menos en las prendas no se halló nada, lo que tampoco exculpa de forma definitiva a Lagomarsino por el fallecimiento del fiscal que en enero pasado denunció a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por presunto encubrimiento de terroristas.

La juez Arroyo insiste en que el fiscal fue asesinado el 17 de enero, el mismo día en que Lagomarsino confesó haberle prestado el arma con la que murió. Se basa en el trabajo de peritos que ella contrató. El técnico informático está imputado por prestar la pistalo a quien no era su legítimo usuario, delito que está penado con hasta seis años de cárcel. Pero el empleado de la fiscalía de Nisman no está procesado por presunto homicidio.

La fiscal que investiga el deceso, Viviana Fein, se basa en peritos oficiales para asegurar que su colega falleció el 18 de enero, al día siguiente del encuentro con Lagomarsino. No descarta un homicidio, pero tampoco el suicidio. La exmujer de Nisman, querellante en la causa en representación de las dos hijas que tuvieron, volvió a pedir este lunes que la justicia aparte a la fiscal Fein de la investigación. El pasado sábado la acusó en televisión de montar un "circo mediático" en torno de su exmarido, en aparente referencia a sus relaciones con mujeres jóvenes que frecuentaba en discotecas. Arroyo, en cambio, se refirió a la cuenta bancaria que Nisman y Lagomarsino compartían en EE UU. El técnico informático confesó el fiscal lo obligaba a depositar la mitad de su salario de empleado público en una cuenta a su nombre.

Fein le contestó a la juez en duros términos. "La fiscal pretende el avance de la investigación en procura de la verdad, pero las reiteradas presentaciones de la parte querellante lo impiden", afirmó la fiscalía en un comunicado de prensa.

Esta semana se cumplirán tres meses de la muerte de Nisman y aún se desconoce cómo murió. Tal vez por eso el presidente de la Corte Suprema de Argentina, Ricardo Lorenzetti, presionó este lunes para que se acelere la investigación y lo hizo con una llamativa referencia a asesinatos del pasado de su país: "No quiero juzgar lo que hace la fiscal porque no me corresponde, pero sí creo que es momento en el que hay que tomar definiciones concretas. Nos ha pasado en muchos casos que los homicidios no se resuelven, o terminan en cuestiones subalternas, derivadas, y esto no puede ser así. El tiempo excesivo termina enredando el proceso, las víctimas terminan siendo culpables. Lo importante es evitar la frustración de la gente que reclama justicia".