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Dos misteriosos meses a la deriva

Un hombre sobrevive 66 días en un barco sin gobierno frente a Carolina del Norte Fue rescatado por un carguero que lo encontró en el casco volcado de su velero

¿Se puede sobrevivir más de dos meses sobre el casco de un velero a la deriva en el Atlántico, en pleno invierno, y salir del trance relativamente indemne? Louis Jordan fue rescatado este viernes a unos 300 kilómetros del cabo Hatteras, en la costa atlántica de Estados Unidos, tras 66 días desaparecido. El hombre, de 37 años, izó las velas de su barco el pasado mes de enero para navegar hacia el norte, sin dar mayores precisiones sobre su destino. La familia denunció su desaparición una semana después, pero tras 10 días de rastreos y varias alertas en todos los puertos de la costa estadounidense, la Guardia Costera abandonó su búsqueda.

La Guardia Costera traslada al náufrago en helicóptero. / GUARDIA COSTERA

La familia del náufrago habla ya de un “milagro”. El joven estaba familiarizado con su embarcación, pero según han explicado personas de su entorno, carecía de los conocimientos necesarios para navegar en alta mar. Un portacontenedores alemán le encontró sentado sobre el casco volcado de su embarcación, de unos 11 metros de eslora. Un oficial de la Guardia Costera de Carolina del Norte, Ryan Doss, precisó que aún no sabían dónde había volcado el barco ni otros detalles del caso.

Tras ser rescatado, el joven explicó los métodos con los que ha logrado sobrevivir más de dos meses cuando quedó a la deriva al partirse el mástil de su velero. El pescado crudo y el agua de lluvia —según Jordan, sabe a coco— sirvieron para mantenerle con vida hasta la llegada del rescate. “La última vez que recogí agua de lluvia fue con un bidón de 10 litros; fue la más limpia que había tenido hasta el momento, así que me bañé con ella”, declaró el náufrago en una entrevista tras su regreso.

También explicó que se mantuvo vivo gracias a que racionó la comida que ya llevaba en el barco y a que pescó con una pequeña red. Asegura que enfermó al comer algas marinas, pero que al sacarlas del agua se dio cuenta de que “había pequeños moluscos en las hojas que tenían muy buen sabor”.

Louis Jordan (izquierda), tras bajar del helicóptero de rescate.
Louis Jordan (izquierda), tras bajar del helicóptero de rescate.Steve Earley (AP)

Las autoridades médicas han revelado que el náufrago sufría una lesión en el hombro y deshidratación en el momento de ser rescatado, y que deberá ser evaluado para determinar si los dos últimos meses en mar abierto han tenido mayores consecuencias. A su llegada a la costa, a la que fue trasladado desde el buque alemán por un helicóptero de la Guardia Costera de EE UU,  Jordan, que en las imágenes muestra buen aspecto, caminó por su propio pie y sin asistencia hasta otro helicóptero que le trasladó a un hospital en Norfolk, en Virginia.

Jordan había vivido durante los últimos meses en el mismo barco, un velero de los años cincuenta, amarrado en Conway, un puerto de Carolina del Sur, y a finales de enero informó a su familia de que saldría a navegar y pescar en aguas de la corriente del Golfo. “Ha sido muy duro no saber nada de él desde entonces”, aseguró su padre al conocer la noticia. Su madre, Norma Davis, declaró a la agencia Associated Press que esperaban su regreso a los pocos días, pero su ausencia les hizo pensar que había ocurrido algo. “Para nosotros esto es un milagro, estamos maravillados de que lo hayan encontrado vivo”.

Tras la desaparición de Jordan, la Guardia Costera de EE UU envió alertas a todos los puertos y embarcaciones en la región para que informaran de cualquier avistamiento. Las autoridades también investigaron cualquier movimiento financiero que delatara la presencia del joven en otros Estados, pero nunca encontraron su rastro. Este jueves, un carguero alemán avistó su barco a la deriva a unos 300 kilómetros de la costa de Carolina del Norte, rescató a Jordan y dio aviso a los guardacostas estadounidenses.

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