Sarkozy se libra de nuevo de una imputación por “abuso de confianza”

La victoria de su partido en las elecciones departamentales francesas del domingo ha sellado la resurrección política del expresidente Nicolas Sarkozy, pero sus problemas judiciales no han desaparecido del todo. El líder de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) ha sido interrogado este miércoles por la mañana por los jueces. A mediodía, la Fiscalía de París anunciaba el fin del interrogatorio y que colocaba al expresidente bajo el estatuto de “testigo asistido”, una figura a medio camino entre la de simple testigo y la de imputado. Los jueces investigan un posible delito de “abuso de confianza” por el pago por parte del partido de una multa impuesta a Sarkozy por irregularidades en la financiación de su campaña en 2012.

El político llegó a primera hora de la mañana a la sección financiera del Tribunal de Gran Instancia de París a bordo de una berlina negra para responder a las preguntas de los jueces Renaud Van Ruymbeke y Serge Tournaire. La convocatoria se inscribía en el marco de la investigación abierta el pasado mes de octubre por “abuso de confianza”, complicidad y encubrimiento de este delito por el pago de aquella sanción de 363.615 que debería haber pagado Sarkozy ; pero de la que se hizo cargo la formación política.

Aunque de momento se libra de la imputación, el estatuto de testigo asistido indica que existen “indicios verosímiles” de que “haya podido participar, como autor o cómplice” en un delito. Los jueces pueden en todo momento decidir cambiar la figura a la de imputado. En esta investigación ya han sido imputados el expresidente de la UMP Jean-François Copé y la extesorera de la formación Catherine Vautrin.

Los hechos de este proceso se remontan a la campaña electoral de 2012, en la que Sarkozy aspiraba a su reelección y que perdió frente al actual mandatario, el socialista François Hollande. El Consejo Constitucional, encargado de validar las cuentas de campaña, las rechazó en julio de 2013 al considerar que superaban el límite de 22,5 millones de euros fijado por la ley. Estimó que gastos imputados a actos del partido correspondían en realidad a la campaña presidencial.

La UMP tuvo entonces que reembolsar los fondos públicos recibidos por gastos de campaña, que sumaban unos 11 millones de euros. Sarkozy fue multado además con 363.615 euros, la cantidad por la que sobrepasó la suma autorizada. El partido se hizo cargo también de esta multa, cuando el código el electoral estipula que debería haberla pagado el candidato. Para hacer frente al gasto de ambas multas, el partido, ya en situación financiera complicada —con una deuda estimada entonces en 70 millones de euros— lanzó una gran campaña de recaudación ante sus simpatizantes.

Recién confirmado como nuevo presidente de la UMP, Sarkozy reembolsó el pasado mes de diciembre su deuda al partido. Pero eso no frenó la investigación. En febrero, el expresidente de la UMP Jean-François Copé, que dirigía la formación en el momento de los hechos, fue imputado por “abuso de confianza”. “Estamos en desacuerdo total con los jueces instructores [sobre el hecho] de que el pago de esas cantidades supone un abuso de confianza”, indicó su letrado, Hervé Temime, tras la imputación.

Este es sólo uno de los varios casos que componen la maraña judicial que envuelve al político y planean sobre su futuro político. Coincidiendo con su convocatoria ante el juez, otros tres miembros del equipo de campaña de 2012 del expresidente están detenidos para ser interrogados en los locales de la Oficina Anticorrupción (OCLCIFF) de Nanterre, en las afueras de París, este miércoles por la mañana. Se trata del antiguo director de campaña, Guillaume Lambert, el extesorero Philippe Briand, y el abogado de la UMP, Philippe Blanchetier, interrogados en el caso Bygmalion, un asunto de facturas falsas que habrían permitido disimular más de 18 millones de euros de gastos de la campaña de Sarkozy. Siete personas han sido ya imputadas en este otro caso.