Clinton reconoce que se equivocó al usar solo una cuenta de correo privado
La exscretaria de Estado habla diez días después de que se conociera el caso y asegura que no tuvo cuenta oficial por comodidad
Quizá porque sus primeros pasos como joven abogada los dio en el comité que investigó a Richard Nixon, Hillary Clinton es consciente de que una vez que un asunto como el de los correos electrónicos es de dominio público hay que dar la cara y dar una explicación (léase cintas en el caso de Nixon). La realidad se impone y es muy poderosa. A la exsecretaria de Estado le ha llevado 10 días comparecer ante la prensa para explicar por qué utilizó durante todo su tiempo en el Departamento de Estado una única cuenta privada de correo electrónico. Cuando hoy lo ha hecho ha sido para corregir su error. “Ahora sé que hubiera sido mejor usar dos cuentas de correo y dos dispositivos”, ha dicho Clinton en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, tras concluir su charla sobre los logros de las mujeres 20 años después de la primera conferencia al respecto.
Clinton no se ha doblegado a las exigencias de la agenda mediática y ha comenzado su esperada alocución con un rodeo, un circunloquio que le ha llevado de dar las gracias a la ONU a referirse a la polémica de los senadores republicanos e Irán. Cuando ha entrado en material para explicar el emailgate, en sus tiempos, se ha escudado en la comodidad. “Pensé que usar un solo aparato sería más sencillo, obviamente no ha resultado ser así”, ha dicho la exsenadora en referencia a la decisión de no mantener dos teléfonos inteligentes con una cuenta de correo electrónico en cada uno.
Pensé que usar un solo aparato sería más sencillo, obviamente no ha resultado ser así” Hillary Clinton
Clinton ha contestado a unas diez preguntas y en todo momento se ha ceñido al mismo guión. El Departamento de Estado permitía el uso de una cuenta personal; no hubo vulneración de la seguridad por usar un servidor privado y, además, los correos de trabajo quedaban archivados en el Departamento de Estado porque eran comunicaciones oficiales con funcionarios del gobierno con cuentas gubernamentales.
Quien parece ser la única candidata demócrata –sin serlo- para la carrera presidencial de 2016 ha explicado a la prensa que de los cerca de 60.000 correos, la mitad eran privados y la otra mitad personales, por lo que muchos de ellos han sido borrados. “Decidí no mantener los privados porque eran asuntos relacionados con la boda de Chelsea, el funeral de mi madre, las vacaciones familiares o mis clases de yoga...”. “Nadie quiere ver su correspondencia privada expuesta”, ha proseguido.
El Departamento de Estado comunicaba que los correos de la exseretaria se colgarían en la web
Poco más de una hora antes de que hablara Clinton, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, anunciaba que los mensajes se colgarán en una página web. Antes, se llevará a cabo
una revisión de cerca de 55.000 páginas de correspondencia electrónica durante la etapa de Clinton como secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama (2009-2013). El proceso se espera que lleve varios meses para decidir qué detalles de los correos se ocultarán por
motivos de seguridad, como sucede con el resto de información gubernamental, según dijo Psaki.
La ley federal requiere que se entreguen todas las comunicaciones de los altos cargos para que queden en los archivos. Los correos de Clinton incluirán los 300 relacionados con el ataque en 2012 contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia) y que ya fueron enviados al comité del Congreso que investiga el suceso.
Se intenta un supuesto ejercicio de transparencia con el que Clinton busca frenar este revés, que ha supuesto su primer traspié antes de que, como se espera, anuncie su intención de optar a la candidatura del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de 2016.
Sin embargo, los republicanos volvían a hacer referencia a la falta de transparencia que rodea a los Clinton. En este caso utilizaban el hecho de que la exprimera dama hubiera decidido dar la rueda de prensa en Naciones Unidas y no en un hotel de Manhattan como argumento. El acceso de los periodistas a la ONU es un proceso complicado que lleva tiempo y que dejó fuera a parte de la prensa que no estaba acreditada. "La respuesta de Hillary Clinton al escándalo de los correos se está convirtiendo de nuevo en otro ejercicio de limitación de la transparencia", decía en un comunicado Michael Short, portavoz del Comité Nacional Republicano. "Ella y su equipo tenían miles de opciones de lugares para la conferencia de prensa y sin embargo Clinton eligió quizá uno de los lugares de más difícil acceso para la prensa".
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