Margallo se une a la carrera por frenar la guerra de Ucrania

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, viaja este lunes a Ucrania en plena escalada bélica en el Este del país y en medio de una frenética actividad diplomática para frenar el más grave conflicto en suelo europeo desde las guerras de los Balcanes de finales del siglo pasado. Margallo, que acude a Kiev con la responsabilidad que supone ocupar desde el pasado uno de enero un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, tiene previsto reunirse con su colega ucraniano, Pavlo Klimkin, este martes, víspera de la anunciada cumbre de Minsk (Bielorrusia) entre los mandatarios de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania, que el ministro español considera la “última oportunidad” de evitar una “nueva guerra fría”.

España ha mantenido tradicionalmente una política conciliadora hacia Putin –“hay que entenderse con Rusia”, ha proclamado Margallo--, pero insistiendo en la necesidad de que Moscú respete la legalidad internacional y respaldando todas las sanciones acordadas en el seno de la UE. Dadas sus cordiales relaciones con las dos partes, el ministro se ha ofrecido incluso a ejercer una labor de buenos oficios y ha propuesto someter el contencioso de Crimea, origen del actual conflicto, al arbitraje del Tribunal de La Haya.

Margallo viajará a Kiev desde Bruselas, donde los 28 seguirán debatiendo este lunes la situación en Ucrania. Frente a la posición de EE UU y de países del Este como Polonia, España se alinea con Alemania y Francia entre los socios remisos a entregar armas a Kiev, porque supondría “echar gasolina al fuego”. De momento, se ha limitado a donar una partida de material militar formada por 300 cascos y 500 chalecos antifragmento en septiembre pasado.

El jefe de la diplomacia española acude a Ucrania acompañado por una docena de directivos de empresas punteras españolas en sectores como energía, transporte e infraestructuras. El objetivo de la delegación empresarial, que participará en un foro hispano-ucraniano, es “tomar el pulso” a la situación económica del país, explorar las oportunidades de negocio que ofrecen los planes de apoyo financiero de la UE y EE UU e impulsar unos intercambios comerciales hasta ahora escasos. Margallo firmará también un acuerdo bilateral sobre protección de información clasificada.