Unas filtraciones amenazan el apoyo del Golfo al régimen egipcio

Las relaciones entre Egipto y las petromonarquías del Golfo Pérsico, el principal aval del régimen de Abdelfatá al Sisi, podrían verse afectadas por la publicación de la última entrega de los llamados Sisileaks, una serie de grabaciones de presuntas conversaciones telefónicas registradas en secreto en los despachos oficiales del Gobierno egipcio. En estas embarazosas reproducciones se puede oír a Al Sisi y a otros líderes militares hablar de forma despectiva de los gobernantes del Golfo mientras discuten cómo extraer de ellos nuevos fondos de ayuda. El coloquio habría tenido lugar a principios del 2014, cuando Al Sisi era aún ministro de Defensa. Su autenticidad no ha podido ser comprobada de forma independiente. El portavoz de Al Sisi no ha respondido a este diario sobre la veracidad de las grabaciones.

“Tienen tanto dinero como arroz”, dice una voz atribuida al rais Al Sisi en referencia a los monarcas del Golfo en una conversación con el general Abbas Kamil, jefe de su gabinete, y Mahmud Hegazi, actual jefe del Estado Mayor. El tono más ácido corresponde a Kamil, que califica de “medio Estados” a algunos países de la zona, en especial a Kuwait. La peor parte se la lleva el emir de Qatar, al que llama el “hijo de puta” con 900.000 millones de dólares (795.000 millones de euros) de reservas en un banco de su propiedad.

De las conversaciones se extrae que los líderes militares egipcios consideran que tienen derecho a recibir una parte de las riquezas derivadas de las reservas petrolíferas de la Península Arábiga. “Tenemos gente que pasa hambre... y su dinero se va acumulando. Cada príncipe tiene centenares o miles de millones”, sostiene el general Kamil, que aconseja una estrategia más agresiva para obtener asistencia económica. Ahora bien, se señala que la ayuda debería ser enviada a una cuenta del Ejército y no a los cofres del Estado. Se calcula que Egipto recibió entre 14.500 y 18.000 millones de euros de ayuda de los países del Golfo Pérsico en el año posterior al golpe de Estado que derrocó al islamista Mohamed Morsi en 2013.

En otra conversación de esta última entrega, filtrada por la cadena de televisión turca al-Mekamelen, de tendencia islamista, el general Kamil informa a un alto cargo saudí del contenido de la reunión en curso del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas en el que Al Sisi anunció su intención de presentarse a las elecciones presidenciales. Antes de que tenga lugar la votación en el Consejo para respaldar sus aspiraciones, su jefe de gabinete indica al responsable saudí que el resultado de esta será positivo.