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Muere Carl Djerassi, inventor de la píldora anticonceptiva

El químico de origen austríaco ha fallecido a los 91 años en San Francisco (EE UU)

Carl Djerassi, durante una conferencia en Viena en octubre de 2008.
Carl Djerassi, durante una conferencia en Viena en octubre de 2008.HEINZ-PETER BADER (REUTERS)

 Llegó a Estados Unidos como refugiado durante la Segunda Guerra Mundial. Austríaco de origen judío, cambió hace 63 años la sexualidad. Carl Djerassi (Viena, 1923 - San Francisco, 31 de enero de 2015) es el padre de la píldora anticonceptiva. La popular “píldora” se desarrolló en 1951, en colaboración con el mexicano Luis Miramontes y el también mexicano de origen húngaro George Rosengkranz. Ellos dieron con la “progestina 19-noestistorena”, un compuesto más resistente que la hormona natural, lo que permitía, al tomarla oralmente, neutralizar el efecto de la generada por el cuerpo de la mujer. Su hallazgo generó no solo polémica sino grandes cambios sociales, especialmente en el feminismo.

Uno de sus vaticinios, que ya se cumple y se ofrece como servicio social a los empleados en Silicon Valley, es que las mujeres más formadas congelarían sus óvulos para tener control sobre su maternidad y progreso profesional. En su opinión, el sexo como forma de procreación irá perdiendo paulatinamente el sentido a cambio de que tanto hombres como mujeres conservasen su materia reproductiva entre los 17 y 18 años, el momento de mayor fertilidad.

Este no fue su único descubrimiento. Los alérgicos le pueden estar agradecidos, suya es la patente del primer antihistamínico, la casi mágica sustancia que palía muchos de los efectos.

Djerassi que hablaba con fluidez alemán, inglés y español, ha muerto a los 91 años en su casa de San Francisco a causa de las complicaciones provocadas por el cáncer de hígado y huesos que padecía, según ha explicado su hijo Dale a los medios. Su historia es la de tantos talentos exiliados durante la contienda. Con 16 años llegó a Nueva York junto a su madre y solo 20 dólares. En sus desesperación escribió una carta a Eleanor Roosevelt pidiendo ayuda. Así es como consiguió una beca para continuar sus estudios en el Nuevo Mundo.

La modestia con que llegó a EEUU se desvaneció tras pasar 10 años en México como presidente de los laboratorios Syntex, entre 1949 y 1959, fue entonces cuando volvió para establecerse en Palo Alto, donde compró una gran parcela y comenzó a coleccionar arte. El expresionista Paul Klee era su debilidad. En 1968 fundó Zoecon, una empresa dedicada al control de plagas de insectos. Su técnica modificaba las hormonas de modo que impedía el desarrollo de las larvas.

Padre de dos hijos, nunca se recuperó del suicidio de su hija, Pamela en 1978. Una incipiente pintora que le impulsó a rendirle tributo creando una finca con diferentes escenarios y estudios para actores, guionistas, pintores y escritores. Esta última fue la vertiente que él mismo cultivó. Varias de sus obras se estrenaron en Broadway y es autor de dos autobiografías y casi una veintena de libros de ciencia ficción.

En 1978 fue reconocido con el Premio Wolf en Química. En 1991 el presidente Bush le otorgó la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación. Durante cinco décadas ha desarrollado labor docente en la universidad y contaba con 34 doctorados honoríficos. Trabajador hasta el final, sus últimas publicaciones científicas datan de 2011.

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