Cuba completa la excarcelación de los 53 presos pactada con EEUU
Cuba y EE UU allanan el camino ante su cita para normalizar relaciones el 21 y 22 de enero en La Habana
Cuba y Estados Unidos están tratando de que nada se interponga en el ya de por sí complicado proceso para normalizar sus relaciones tras más de medio siglo de enfrentamiento político. Las miras -y los esfuerzos- se centran en el 21 y 22 de enero, días en que tendrán lugar, en La Habana, las primeras conversaciones oficiales entre los dos países para restablecer las relaciones diplomáticas.
A poco más de una semana de la cita, el Gobierno cubano ha informado oficialmente al estadounidense de que ya ha “completado” la liberación de los 53 presos políticos que había ofrecido excarcelar en el marco del anuncio de la normalización de relaciones realizada el 17 de diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
“Saludamos este muy positivo acontecimiento y nos satisface que el Gobierno cubano haya cumplido este compromiso”, ha declarado la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf. “Esto es algo bueno”, subrayó al confirmar la noticia, que da un balón de oxígeno a Washington frente a las críticas de los que se oponen a que se negocie con un gobierno que sigue arrestando a los que disienten de la línea oficial de la isla.
La Sección de Intereses norteamericana en La Habana ha podido “verificar” la liberación de todos los presos, que según EE UU se ha producido en varias oleadas en las últimas semanas.
Según fuentes del Congreso, el secretario de Estado, John Kerry, hizo llegar el lunes una carta a varios legisladores informando de este acontecimiento y con la lista con los 53 nombres.
Una información que sin embargo no les constaba aún a organizaciones opositoras de la isla como la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDRN), que lleva el recuento de presos políticos en Cuba.
“Nosotros no la tenemos”, dijo el director de la CCDRN, Elizardo Sánchez, a este diario. Su organización solo da por confirmada una excarcelación -Sánchez insiste en que no es una verdadera puesta en libertad, puesto que los cargos siguen pesando sobre los beneficiados de la medida- cuando la confirman “fuentes familiares inmediatas” o los propios interesados. Y hasta este lunes mantenían la lista de 38 presos liberados la semana pasada, señaló.
Hasta ahora, el Departamento de Estado se había negado a revelar los nombres, aduciendo que publicar la lista antes de tiempo podría ser contraproducente para el proceso. Según la posición oficial, la excarcelación de los 53 opositores no formaba parte, estrictamente, del acuerdo bilateral, sino que fue una propuesta de Cuba y por tanto los tiempos para hacerlo eran decisión “soberana” de la isla.
Pero ahora que se ha completado el proceso, la lista ha llegado a manos de un grupo de senadores y de congresistas, que no tardaron en filtrarla a los medios.
El senador republicano Marco Rubio -que se opone firmemente al cambio de política decretado por Obama- había llegado a exigir a Obama que cancelara la reunión para iniciar las negociaciones con La Habana a menos que el Gobierno de Castro liberara a todos los presos anunciados. Pero los llamamientos a que se hicieran públicos los nombres también llegaron desde las propias filas demócratas de Obama: el congresista Elliot Engel se unió a un pedido en este sentido del republicano Ed Royce, aduciendo que “una mayor transparencia sobre la liberación de esos presos proporcionaría garantías de que La Habana cumple su parte del trato”.
La liberación de los 53 presos, pese a que en todo este tiempo Cuba ha seguido realizando detenciones temporales de otros activistas, sería, en principio, la demostración requerida del compromiso cubano con las negociaciones.
Washington por su parte está ultimando, según fuentes oficiales, su propia parte del acuerdo. Tanto el Departamento del Tesoro como el de Comercio están “finalizando” los cambios regulatorios que permitirán, entre otros, ampliar las categorías bajo las que se permiten los viajes a la isla y exportar más bienes y productos a Cuba, incluidas tecnologías para mejorar las comunicaciones y el acceso a Internet de los cubanos, tal como anunció Obama en diciembre.
EE UU se ha comprometido también a sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en la que figura desde 1982. Este histórico reclamo de La Habana requerirá sin embargo más tiempo, por lo que de ningún modo se prevé que esté listo para la cita de la semana próxima que, de todas formas, las autoridades estadounidenses han advertido de que no es más que el primer paso de un largo proceso.
Las conversaciones de La Habana estarán lideradas, por la parte estadounidense, por la secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, quien de este modo se convertirá en la funcionaria norteamericana de mayor rango que visita la isla en años. Algo que sin embargo podría cambiar pronto. La secretaria de Comercio, Penny Pritzker, ya ha anunciado su intención de visitar la isla. Y el jefe de Jacobson, John Kerry, también ha manifestado su esperanza de convertirse, en un futuro no demasiado lejano, en el primer secretario de Estado que pisa Cuba en 60 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.