Interpol interviene en el fraude a miles de ahorradores en México
Ficrea desvió de manera fraudulenta 183 millones de dólares de fondos del banco hacia empresas de México, España y EE UU
Los más de 6.000 clientes de Ficrea, un pequeño banco mexicano dedicado a las microfinanzas, han quedado atrapados por las argucias del propietario de la entidad, Rafael Antonio Olvera Amezcua, que durante años fue desviando de manera fraudulenta los ahorros de los clientes del banco hacia terceras empresas de México, España y EE UU. El agujero en la cartera de los pequeños ahorradores ronda los 183 millones de dólares y las previsiones son que los afectados recuperen apenas el 40% del total.
Sobre Olvera, huido desde la intervención de la compañía en diciembre por parte del regulador bancario mexicano, pesa desde ayer jueves también una orden internacional de detención de Interpol. La Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Ficrea, constituida en 2008 y de quién Olvera es el socio mayoritario, se valió de un red de empresas nacionales e internacionales, operadas en muchos cosas por sus familiares, para desviar de manera arbitraria los fondos del banco a compras de inmuebles, coches de lujo, transferencias al extranjero y demás “ gastos personales excesivos por parte de sus socios”, según consta en el informe de disolución de la entidad emitido por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La Fiscalía mexicana ha intervenido por ahora tres de las empresas de la red fraudulenta
La Fiscalía mexicana ha intervenido por ahora tres de las empresas de la red fraudulenta: Leadman Trade, Baus & Jackman Leasing y Monka Comercial. La investigación confirma que al menos estas compañías fueron receptoras de 404 millones de dólares provenientes de la cartera de crédito del banco, lo que supone más del 90% de los recursos totales. Entre las operaciones detectadas se incluye la compra de un edificio en Londres, 104 coches de marcas como Porsche y BMW y la compra de 52 inmuebles en Acapulco.
Según informa la prensa mexicana, la red de compañías interpuesta consta entre otras de una empresa estadunidense dedicada al negocio aeroespacial y administrada por el hijo de OIvera, así como una promotora inmobiliaria en España. En octubre del año pasado, el consejero y representante legal de Leadman, una de las empresas de la trama intervenidas, inauguró en un acomodado barrio de Madrid un hotel de cinco estrellas con una inversión de cinco millones de dólares.
La banca pública mexicana, a través de la Secretaría de Hacienda, ha propuesto comprar la cartera de crédito de Ficrea en un intento de paliar el daño a los clientes estafados del banco. No obstante, el agujero del fraude ha diezmado el volumen de la cartera hasta dejarla en sólo 68,5 millones de dólares. Esta sería a priori la cantidad máxima que podrían recuperar los afectados. El mordisco representa un 31.2% de la del volumen que manejaba la institución antes de la intervención y apenas el 40% de los 183 millones que se estiman defraudados.
Los pequeños ahorradores afectados han mostrado su disconformidad con la medida propuesta por Hacienda y con la labor de la CNBV, al que han hecho llegar una carta de queja en la que exigen que se les devuelve el 100% del dinero invertido.
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