París resiste la presión de Moscú para la entrega de buques de guerra

La tensión entre Francia y Rusia aumenta día a día tras la decisión de París de dejar en el aire la entrega del primero de los dos portahelicópteros de la clase Mistral encargados por Moscú debido al conflicto en Ucrania. Agencias rusas de noticias señalaron este viernes que Rusia ha dado un ultimátum de dos semanas a París para que entregue el buque. Fuentes gubernamentales galas eludieron comentar ese presunto plazo, pero insistieron en que “no hay ninguna novedad” respecto a la posición oficial, consistente en que el barco solo se entregará si en Ucrania hay un alto el fuego efectivo y un proceso político que respete la soberanía del país.

El ultimátum ha coincidido con la fecha prevista para la entrega del primer buque, bautizado Vladivostok. El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, había declarado 48 horas antes en el Parlamento que “en este momento no se puede cerrar ninguna fecha de entrega”. La decisión, “que no es fácil”, se tomará en su momento. “Francia asumirá entonces todas sus responsabilidades”, enfatizó.

El presidente François Hollande anunció el 3 de septiembre que el cumplimiento del contrato quedaba condicionado a los citados principios. Desde entonces, la tensión bélica en Ucrania no ha dejado de aumentar, especialmente en los últimos días por los despliegues militares rusos en el Este ucranio.

Hollande y el líder ruso abordarán el contencioso estos días en el G-20

Hollande tiene previsto abordar el contencioso directamente con Vladímir Putin en Brisbane, según fuentes oficiales. Ambos asisten este fin de semana a la reunión del G20 en esa ciudad australiana. En paralelo, la UE debatirá el lunes si amplía o no las sanciones impuestas a Rusia. Antes de viajar a Australia, el presidente ruso señaló que éstas están dañando también a la economía global. Aseguró que Moscú podrá afrontar una “caída catastrófica” de los precios de los hidrocarburos, un escenario factible para el mandatario, informa Reuters. “Tenemos en cuenta todos los escenarios (...) Nuestras reservas son enormes y nos permitirán cumplir con todos los compromisos”, declaró.

Las fuentes consultadas estas semanas en París coinciden en que Francia pagará un coste político y económico tanto si entrega los buques como si rechaza hacerlo. Desde hace meses, las presiones sobre Hollande para que incumpla el contrato han procedido de EE UU, Reino Unido, Polonia o los países bálticos. En caso de incumplir el contrato, quedaría en entredicho la palabra de Francia en un mercado tan sensible como el del armamento. Moscú exigiría compensaciones económicas calculadas en unos 1.000 millones de euros, como recordó el anónimo autor del ultimátum ruso.

El contrato para suministrar los dos buques se firmó en 2011 bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy por valor de 1.200 millones. El Vladivostok, hoy en la base de Saint-Nazaire, ya ha hecho varias pruebas. La entrega del segundo, en construcción y de nombre Sebastopol, está prevista para otoño de 2015.