La UE debate enviar una misión de cascos blancos contra el ébola
Los ministros de Exteriores estudian enviar personal sanitario a los países afectados
Europa tiene que implicarse más en la lucha contra el ébola. Con este convencimiento, los ministros comunitarios de Exteriores estudian este lunes en Luxemburgo medidas para mejorar la cooperación con los países más afectados. Alemania ha puesto sobre la mesa una propuesta para crear una misión de cascos blancos, según la denominación del ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier, compuesta por personal sanitario de los países miembros para combatir la enfermedad en África Occidental.
El objetivo es disponer de una plataforma europea para coordinar toda la ayuda médica. "No sería una organización fija, sino un grupo de médicos y personal sanitario al que se podría recurrir en un momento dado", ha explicado el ministro alemán. Su homólogo español, José Manuel García Margallo, se ha mostrado dispuesto a apoyarla, aunque de momento ningún país ha concretado su aportación. “Vamos a comprometer el esfuerzo solidario de España en algo que nos afecta a todos”, ha señalado Margallo antes de la reunión. Es poco probable que la medida quede aprobada este lunes en Luxemburgo, aunque sí podrían sentarse las bases para activar este instrumento más adelante.
El Gobierno más activo en la ayuda exterior es Reino Unido, que aboga por elevar a 1.000 millones de euros la cantidad que la Unión Europea ha desembolsado en esta crisis y tiene desplegadas a 750 personas sobre el terreno. El documento que ya han aprobado los ministros no señala objetivos concretos y simplemente destaca la voluntad comunitaria de ir más allá de los casi 500 millones ya comprometidos. “Debemos utilizar este encuentro para ampliar nuestra respuesta al ébola. Si no nos lo tomamos muy en serio, lo lamentaremos”, advierten fuentes diplomáticas europeas.
Una forma de animar a los profesionales sanitarios a que presten su ayuda en los países afectados (Liberia, Sierra Leona y Guinea) es garantizar las evacuaciones de posibles infectados. Para ello, la Comisión Europea ha firmado un acuerdo con la compañía estadounidense Phoenix Air que garantiza cualquier repatriación en el plazo de 48 horas, según explican fuentes comunitarias. Una de las preocupaciones hasta ahora en Bruselas era que, con los medios disponibles, no podían realizarse más de dos evacuaciones al mismo tiempo, pero este convenio garantiza esas operaciones, que podrán ser financiadas enteramente con fondos comunitarios.
Los titulares de Exteriores también debaten sobre la conveniencia de crear un zar (máximo responsable de las tareas en ese ámbito) de la UE para coordinar toda la lucha contra el ébola, como ha hecho Estados Unidos. De momento, el documento ratificado en el Consejo de Exteriores se limita a dar la bienvenida al enviado especial de la ONU para esta epidemia, David Nabarro, sin referencias a ningún nombramiento europeo. Asimismo se estudia organizar una conferencia de donantes para recaudar dinero que llegue a la región africana, pero tampoco hay certeza de que salga aprobada.
Lo que sí se ha acordado esta misma mañana, fuera del ámbito de los ministros de Exteriores, es la toma de temperatura a los viajeros que aterricen en Bélgica provenientes de Liberia, Sierra Leona y Guinea. La medida, anunciada esta mañana por el aeropuerto de Zaventem (Bruselas), se aplica desde este lunes y supone en la práctica hacer realidad el llamamiento a que la UE realice controles a todos los pasajeros que provengan de esa región. Francia, que tomó la decisión la semana pasada, y Bélgica son los únicos países que mantienen vuelos directos con Monrovia, Freetown y Conakry, las tres capitales de esos Estados. También Reino Unido realiza controles de fiebre y registros de información, aunque para viajeros que aterricen en su territorio con conexiones indirectas. En la actualidad hay 11 vuelos semanales directos entre la región y Europa, con una media de 2.000 pasajeros transportados.
Tras la reunión extraordinaria de ministros de Sanidad celebrada la semana pasada en Bruselas, los responsables de Exteriores revisarán este lunes la coordinación de medidas –y sobre todo, transferencia de información- entre los Estados miembros para detectar cualquier posible caso de ébola en las fronteras comunitarias. La enfermedad se ha cobrado ya más de 4.500 vidas, con un índice de mortalidad que asciende al 70% de los contagiados en África.
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