Egipto pide a EE UU “contención” en Ferguson en una declaración inusual
Evoca las críticas de EE UU por la represión egipcia de las protestas tras el golpe de 2013
Los disturbios raciales de la localidad de Ferguson, en el estado de Misuri, han proporcionado al gobierno egipcio una ocasión de oro para pagar a EE UU con la misma moneda su intervencionismo en los asuntos internos del país, que constituyen una herida abierta para el orgullo patrio. En declaraciones al diario Al Ahram, Bader Abdelatty, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio, urgió a las fuerzas de seguridad estadounidenses “a ejercer la máxima contención y cautela” y a comprometerse en el respeto de los derechos humanos de sus ciudadanos.
El lenguaje de la cancillería egipcia es prácticamente calcado al utilizado habitualmente por el Departamento de Estado de EE UU tras una matanza de manifestantes a manos de la policía, como la ocurrida hace algo más de un año en el sangriento desalojo del campamento islamista de Raba al Adawiya. Un reciente informe de Human Rights Watch estimaba en 1.150 el número de personas muertas en aquella negra jornada. Los manifestantes llevaban más de un mes concentrados frente a una mezquita para protestar por el derrocamiento del islamista Mohamed Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en Egipto.
En sus declaraciones, Abdelatty hizo referencia a la petición por parte del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, de la apertura de una investigación que “aporte luz” sobre la muerte del joven negro Michael Brown, de 18 años, que fue abatido a disparos por un policía la semana pasada. En otro calco de la jerga de sus homólogos estadounidenses, el portavoz aseguraba que Egipto “estaba monitoreando de cerca la reacción a las protestas” por parte de las autoridades estadounidenses.
Las relaciones entre EEUU y Egipto han atravesado una fase de turbulencias tras el golpe de Estado del pasado 3 de julio. Ambos países mantienen una alianza estratégica desde la firma de los acuerdos de paz de Camp David entre Egipto e Israel. Desde entonces, Washington ofrece una generosa asistencia anual al Ejército egipcio, que durante los últimos años se ha acercado a los 1.000 millones de euros. Sin embargo, en otoño, la administración Obama suspendió parcialmente estas ayudas a causa de las violaciones de derechos humanos. Los comentarios del portavoz de Exteriores egipcio constituyen un hecho inédito, pues los receptores de ayuda internacional no suelen aleccionar a sus donantes.
En cambio, no es de extrañar este tipo de declaraciones por parte de los países con los que EEUU mantiene una relación hostil desde hace años, como Siria e Irán. El Guia Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, criticó el comportamiento “egoísta e irresponsable” de Washington a través de un tuit, el segundo que dedica a los hechos de Ferguson. “El trato brutal de la población negra no es el único acto contra los derechos humanos del gob[ierno] de EEUU, mirad a la luz verde a los crímenes de #Israel”, tuiteó Jamanei el lunes. Por su parte, la agencia de noticias oficial siria SANA acusó a la policía de Ferguson de “prácticas racistas y opresoras”.
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