Nueve muertos y dos desaparecidos por las inundaciones en Panamá

Al menos nueve personas murieron, dos están desaparecidas y más de 500 están incomunicadas por los intensos aguaceros que provocaron la crecida de un río y severas inundaciones en la occidental provincia panameña de Chiriquí, cerca de la frontera con Costa Rica, y dejaron millonarias pérdidas por los daños en la infraestructura vial y en el sector agrícola que obligaron al Gobierno de Panamá a decretar el estado de emergencia.

El río Chiriquí Viejo se desbordó por las fuertes lluvias registradas desde la tarde del domingo anterior, en un fenómeno que dejó aisladas a un gran número de personas. Las autoridades panameñas advirtieron que los damnificados están urgidos de asistencia alimentaria (en especial agua y leche en polvo para bebés), ropa y otros víveres, como colchones, frazadas, zapatos para menores de edad, pañales desechables y alimentos no perecederos.

“Hay más de 500 personas incomunicadas. Hay personas desaparecidas y tenemos que recuperarlas. Lo más importante aquí es la parte humana”, alertó el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, al desplazarse este lunes a la zona del desastre y anunciar que dictó el “estado de emergencia” para poder enfrentar un escenario que describió como una “tragedia humana”.

“Nos solidarizamos” con los familiares “de aquellas personas que han fallecido”, puntualizó.

Hay más de 500 personas incomunicadas. Hay personas desaparecidas y tenemos que recuperarlas" Juan Carlos Varela, presidente de Panamá

Los números de muertos y desaparecidos todavía son preliminares. Versiones extraoficiales dan cuenta de que habría más desaparecidos, por lo que prosiguen las tareas de rescate.

“Aunque la situación está cada vez más controlada, convocamos el Estado de Emergencia en el área afectada de modo que podamos atender de inmediato la reconstrucción de infraestructura clave, como puentes, pasos y vías, de manera que la comunidad pueda movilizarse lo antes posible”, dijo el gobernante en un recorrido por la región.

La declaratoria permite agilizar el traslado urgente de recursos estatales. El Gobierno de Panamá informó que, según los primeros informes, se tiene confirmada la destrucción más de una veintena de casas en un sector por el violento paso de las aguas fluviales.

El estatal Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) reportó que algunos adultos y menores de edad murieron porque las viviendas colapsaron por la crecida del río, mientras que otras personas murieron porque un autobús en que viajaban fue arrastrado por la fuerte corriente.

Más de un centenar de damnificados están siendo atendidos en diversos albergues improvisados en hoteles y en otros sitios.

El ministro panameño de Obras Públicas, Ramón Arosemena, informó que se construirá un puente peatonal para rescatar a las familias incomunicadas y un paso por el río para tratar de auxiliar a los productores del área. El presidente Varela ordenó realizar un censo agrícola para establecer con exactitud el monto de las pérdidas y su impacto, mientras que las autoridades del Ministerio de Vivienda analizan el panorama para definir las necesidades inmediatas.

En un recuento de hechos, SINAPROC describió que tres puentes fueron arrasados “por la furia del río”. Las fuertes lluvias “provocaron inundaciones, deslizamiento de tierra, socavación y hundimiento de la carretera, caída de árboles y tendidos eléctricos sobre vías”, añadió. Los pronósticos meteorológicos, precisó, alertan del riesgo de “algunas tronadas” sobre diversas partes del territorio panameño.