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Una niña de dos años muere en un ataque de las FARC

Crece la tensión en Colombia por la ola de atentados de la guerrilla que podría obstaculizar el diálogo de paz

Cadáveres de guerrilleros de las FARC y el ELN abatidos por el ejército
Cadáveres de guerrilleros de las FARC y el ELN abatidos por el ejército EFE

Un día después de que el presidente Juan Manuel Santos le advirtiera a la guerrilla de las FARC que la guerra no es contra la población civil, el grupo subversivo realizó un nuevo atentado que le costó la vida a una niña de dos años y dejó heridos a sus padres y sus dos hermanos, uno de cuatro y otro de 16 años, en una vereda del municipio de Miranda, Cauca, al suroeste del país, una zona con alta presencia guerrillera. 

Los subversivos lanzaron cilindros metálicos rellenos de explosivos -los llaman tatucos- contra militares que se encontraban patrullando en esa población, donde tienen un puesto de control, según versiones de las autoridades. Sin embargo, el impacto lo recibió la casa de la familia Yanqui Muse, levantada en medio del campo con plásticos y pedazos de madera, donde la pequeña Yurani dormía y murió por el impacto. Su madre, de 34 años, está hospitalizada en una clínica de Cali, en Valle del Cauca, por las heridas que recibió en el rostro. El responsable sería el jefe de la columna móvil Gabriel Galvis conocido con el alias de Leonel Paz. Una semana antes del atentado, una operación del ejército se saldó con la muerte de 13 guerrilleros.

De inmediato, el país reaccionó indignado por la forma en la que los civiles siguen siendo las víctimas de los ataques de la subversión. El procurador general, Alejandro Ordóñez, y el Defensor del Pueblo, Jorge Otálora, condenaron los hechos, pero el primero pidió a Santos que pase del dicho al hecho, después de que el martes en la noche el mandatario, en un duro pronunciamiento, planteara por primera vez la posibilidad de terminar con el proceso de paz que adelanta con esa guerrilla desde noviembre de 2012, si continúan atentados como en el que murió Yurani.

“Es indudable que esas advertencias en la medida que se reiteren deben contar con una decisión contundente y enérgica de parte del Presidente”, dijo Ordóñez en un foro en Bogotá. El procurador es uno de los que más ha cuestionado las negociaciones con la subversión y en los últimos días se reunió con varias víctimas de las FARC que se sienten relegadas de su participación en los diálogos que se realizan en Cuba, a donde irán 60 representantes. Por su parte, el Defensor insistió en que “si bien se acordó negociar en medio del conflicto, eso no justifica que la guerrilla viole el Derecho Internacional Humanitario”.

El país reaccionó indignado por la forma en la que los civiles siguen siendo las víctimas de los ataques de la subversión

Aunque la escalada de ataques que han protagonizado las FARC y el ELN -la segunda guerrilla del país- es relativamente menor en comparación con épocas de mayor conflictividad, lo cierto es que hay preocupación por los últimos atentados contra la infraestructura y la muerte de civiles inocentes, por lo que crecen las dudas sobre la verdadera intención de paz de la guerrilla, a pesar de que una de las reglas de los diálogos de La Habana es negociar en medio del conflicto.

“Lo consecuente son gestos de paz y no acciones contra la población civil. Y que eso quede muy claro. Eso tiene que ser algo que dentro del contexto que hemos acordado se pueda entender, y lo entienda no solamente la comunidad nacional sino la comunidad internacional, que nos ha venido apoyando, que ha venido apoyando este proceso de paz, pero que también censura y condena cualquier ataque que afecte a la población civil”, explicó Santos el miércoles tras un consejo de seguridad en Buenaventura, a donde viajó para atender la emergencia que se desató por la voladura de torres que dejaron sin energía al puerto con una población de 300 mil habitantes.

En la mañana del jueves, las autoridades también anunciaron el hallazgo de 100 kilos de explosivos en zona rural del municipio Campoalegre, en el departamento del Huila, al sur del país, con el que al parecer la guerrilla buscaba atentar contra instalaciones militares y de policía.

Todo esto ocurre en un momento tirante de la negociación en la que la guerrilla a través de dos de sus negociadores en Cuba, Marcos Calarcá y Jesús Santrich, en una entrevista con el diario británico The Guardian le replicaron al Gobierno asegurando que también se levantarían de la mesa si las Fuerzas Militares siguen bombardeando sus campamentos y asesinando a sus líderes. “Están jugando con fuego cuando tratan de eliminar a nuestros líderes con bombardeos. Eso podría hacernos salir de la mesa, ya que quedaría claro que no tenían la voluntad política de llegar a un acuerdo”, explicó Calarcá y recordó que la guerrilla ha declarado tres ceses al fuego unilaterales a lo largo de las negociaciones.

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