El informe de Gerardi de la guerra en Guatemala, disponible en la Red
El Centro de la Memoria en honor del monseñor asesinado en 1998 permite el acceso a documentos sobre el conflicto armado
La guerra civil en Guatemala (1960-1996) se cobró la vida de un cuarto de millón de personas. Otras 50.000 fueron secuestradas y desaparecidas. El 90% de los crímenes se pueden atribuir al Ejército; el 3% a la guerrilla y el 7% restante, queda en la incógnita. Así lo documenta el informe Guatemala, nunca más disponible en el recién abierto Centro de la Memoria que lleva el nombre del monseñor Juan Gerardi, que pretende retomar el legado del obispo asesinado el 26 de abril de 1998, según anunció la oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG).
En los 16 años transcurridos desde el asesinato de Gerardi, la gran asignatura pendiente es que la población pueda tener acceso a lo ocurrido durante la guerra civil guatemalteca. Para lograrlo, el silencio y la desacreditación de la figura del obispo han sido las estrategias utilizadas por los sectores ultraconservadores de este país centroamericano. “Paralelamente a la muerte de Gerardi se inició una campaña de desacreditación de su figura, para restarle credibilidad a su investigación. Fue muy eficaz, al grado de que mucha gente, incluso en el seno de la iglesia católica, empezó a ver mal al obispo. Como a un cura ‘rojo’ metido en política”, explicó a este diario el director de la ODHAG, Nery Rodenas.
Añade que esta lucha es a largo plazo. “tendrán que pasar muchos años para que el tema deje de ser tabú en Guatemala. El propósito es, entonces, generar conciencia entre las nuevas y futuras generaciones de lo que ocurrió en Guatemala”, añadió.
Según el informe presentado por la ODHAG, el 90% de las muertes ocurridas durante la guerra civil de Guatemala son atribuibles al Ejército
Con respecto a la reiterada negativa de los sucesivos gobiernos para que los informes Guatemala, nunca más, del obispo Gerardi, o Recuperación de la memoria histórica, elaborado por la ONU, sean incluidos en los programas de estudio de la educación primaria y bachillerato, Rodenas señala que detrás de esa política hay intereses políticos.
“Hay sectores en Guatemala que no quieren que se sepa lo ocurrido, lo que la gente todavía cuenta. Entre estos hay intereses de grupos económicos que estuvieron vinculados con las fuerzas represoras, o de los dirigentes de las fuerzas de seguridad con responsabilidad directa en las acciones represivas. Son ellos quienes ponen obstáculos al conocimiento de la verdad”, concluye.
En su afán porque la estrategia del silencio sea neutralizada, la ODHAG ha puesto a disposición de los interesados el portal www.remhi.org.gt, donde se tiene acceso libre a la documentación, mientras se ha habilitado un Centro de la Memoria, www.remhi.org.gt donde se puede pedir información de casos concretos.
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