Obama opta por un empresario de éxito para superar el escándalo de los veteranos
Nominará al exconsejero delegado de Procter & Gamble como secretario de Veteranos
Un mes después de que el secretario de Asuntos de Veteranos dimitiera por un escándalo de negligencias en la atención médica a exsoldados, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha elegido a un gestor con amplia experiencia en el sector privado y formación militar para ocupar ese delicado puesto. El mandatario demócrata prevé anunciar el lunes la nominación de Bob McDonald, exconsejero delegado de la empresa Procter & Gamble, según informaron este domingo los medios estadounidenses.
La nominación llega dos días después de que la Casa Blanca difundiera las conclusiones de una investigación interna sobre el funcionamiento del sistema público de hospitales para veteranos militares. La investigación denuncia una cultura de gestión “corrosiva”, “falta de sensibilidad” y una “incapacidad de gestionar o comunicar eficazmente”. El nombramiento requiere de la aprobación del Senado, pero teniendo en cuenta que las primeras reacciones del Partido Republicano a la filtración del nombre de McDonald fueron, en general, positivas, presumiblemente no debería tener problemas en ser ratificado
El escándalo estalló en abril en un hospital en Phoenix (Arizona), donde al menos 40 soldados retirados murieron el año pasado, según las acusaciones de exempleados, mientras estaban en listas de espera para ser tratados. Lo más grave es que el caso reveló un patrón de encubrimiento extendido a otros muchos centros, en los que los responsables ordenaban a los doctores poner a esos pacientes en una lista secreta mientras no se abrieran espacios en la lista oficial que cumplía con el objetivo de 14 días de espera fijado por el Departamento. Según una encuesta interna, el 76% de los centros médicos para veteranos incumple ese objetivo de espera, en muchos casos superando los 90 días.
La muerte de 40 exsoldados mientras estaban en lista de espera ha revelado un amplio problema de negligencias en la atención médica
Con la elección de McDonald, Obama se encomienda a un perfil con una acreditada trayectoria empresarial para poner orden en el amplio entramado burocrático del sistema médico del Departamento de Veteranos, integrado por alrededor de 1.700 centros y ocho millones de pacientes. McDonald, de 61 años, dejó hace un año la dirección del gigante mundial de productos para el hogar y la higiene personal tras 33 años de exitosa carrera en la multinacional, que cuenta con más de 120.000 empleados y opera en más de 180 países.
Nacido en el estado de Indiana, a los 11 años McDonald intentó entrar en la academia militar de West Point, donde sería admitido a los 17 años. Tras graduarse con excelentes evaluaciones, sirvió cinco años como capitán en el Ejército, una tarea por la que fue condecorada con una medalla de servicio meritorio. Su relación con el mundo militar es amplia: es hijo de un veterano de la Segunda Guerra Mundial y su suegro fue prisionero de guerra en Europa.
En junio de 1980, McDonald pasó a integrar la plantilla de Procter & Gamble, en su departamento de marcas, desde donde fue escalando en la empresa y se ganó una fama de persona disciplinada, íntegra y determinada. En West Point se empapó de algunas virtudes tradicionales del buen soldado: que el carácter es la demostración más poderosa de un buen líder o que las necesidades de la organización están por delante de las personales. Bob, como le llaman en su entorno, era el típico ejecutivo que optaba por seguir una línea constructiva en lugar de la queja, informa Sandro Pozzi.
Con la elección de McDonald, se encomienda a un perfil con una amplia experiencia de gestión empresarial y también con conocimiento militar para poner orden en el amplio entramado burocrático del sistema de veteranos
El hecho de que Obama haya tardado apenas un mes en buscar un sustituto a Eric Shinseki —un general de cuatro estrellas que sirvió en la Guerra de Vietnam y que era secretario de veteranos desde 2009— denota la inquietud de la Casa Blanca por contener con rapidez este escándalo y evitar que repercuta negativamente en el presidente y en las opciones del Partido Demócrata en las apretadas elecciones legislativas de noviembre. Los veteranos son un colectivo especialmente venerado en un país como Estados Unidos con una larga tradición bélica. Y las guerras de Afganistán e Irak han puesto en el foco la delicada situación psicológica de los soldados tras servir en el Ejército.
Desde el entorno de Obama se ha apuntado que el presidente solo conoció estas negligencias cuando se destaparon en Arizona a finales de abril. Pero esta falta de conocimiento deja en mal lugar a Obama, que en 2008 como candidato denunció los retrasos en la atención médica a los veteranos y prometió acabar con ellos cuando accediera a la Casa Blanca. Además, los problemas de gestión en ese departamento se suman a la atropellada puesta en funcionamiento a principios de este año de la reforma sanitaria, el proyecto estrella del primer mandato del presidente.
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