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La mayoría de la comunidad cubana de Miami pide levantar el embargo a la isla

Un 52% se muestra favorable, según un sondeo. En 2008 eran el 55% pero en 2011 el 44%

Una calle de La Habana.
Una calle de La Habana. EFE

En un nuevo reflejo del creciente viraje en la comunidad cubano-estadounidense respecto a la política de Washington con La Habana, una encuesta revela que la mayoría de integrantes del epicentro del exilio cubano en Miami apoya levantar el embargo impuesto por EE UU a la isla comunista hace más de 50 años.

Según un sondeo del Instituto de Investigación Cubano de la Universidad Internacional de Florida, difundido este martes, un 52% de los consultados se opone a que continúe el bloqueo económico. No es la primera vez que se impone una hegemonía de ese alcance en la mayor comunidad de cubanos fuera de la isla. En 2008 el rechazo fue del 55%, pero en la siguiente y última encuesta, de 2011, había descendido hasta el 44%, por lo que el porcentaje actual es destacable.

La encuesta, basada en 1.000 entrevistas, no llega en un momento casual de las relaciones entre EE UU y Cuba. Se produce casi un mes después de que, en una insólita muestra de consenso, una cuarentena de personalidades -ex altos cargos políticos y militares en administraciones demócratas y republicanas, destacados empresarios y analistas- firmaran una carta en la que pedían al presidente estadounidense, Barack Obama, que atenúe el embargo mediante la aprobación unilateral de nuevas medidas de apoyo a los emprendedores y la sociedad civil en la isla caribeña -que vayan más allá de las impulsadas en 2009 y 2010- con las que ganen “mayor libertad” para poder actuar de “catalizadores de un cambio significativo” en Cuba.

Y a las dos semanas de que por primera vez en 15 años una delegación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, encabezada por su presidente, viajara a La Habana para conocer “de primera mano” las reformas económicas aprobadas por el Gobierno de Raúl Castro y las posibilidades de negocio que estas podrían generar.

La encuesta llega en un momento en que crecen las voces en EE UU que piden a Obama que atenúe el bloqueo impuesto hace más de 50 años a la isla

Como en los últimos sondeos, de 2011 y 2008, de la Universidad Internacional de Florida, el de este año revela una posición muy distinta entre los cubanos que salieron de la isla antes o después de 1994. “Es más probable que los recién llegados se opongan a la continuidad del embargo, apoyen un diálogo entre los exiliados, los disidentes y el régimen castrista; y favorezcan el envío de comida y dinero y los viajes sin restricciones”, sostiene el informe. Es decir, los que se marcharon de Cuba en las últimas dos décadas -que suponen más de un tercio del total de la comunidad exiliada- abrazan una posición más conciliadora que los que lo hicieron tras la revolución de 1959.

En paralelo, el apoyo al mantenimiento del embargo es mayor entre los votantes registrados del Partido Republicano. Aún así, que la oposición al bloqueo sea mayoritaria viene a confirmar el avance de las posiciones más flexibilizadoras del Partido Demócrata. En las elecciones presidenciales de 2012 Obama se impuso en Florida a su rival republicano, Mitt Romney, con una porción significativa del voto cubano, tradicionalmente fiel a los conservadores. En Miami y sus alrededores viven unos 650.000 exiliados cubanos, que suponen más de una cuarta parte de la población total de esta zona del sur de Florida.

En la encuesta, un 71% de los consultados considera que el embargo “no ha funcionado nada” o “no muy bien”, sobre todo entre los más mayores. La mayoría apuesta por establecer relaciones diplomáticas entre EE UU y Cuba (un 68%) y por levantar las restricciones de viaje para los estadounidenses a la isla (69%), especialmente entre los jóvenes (90% y 89%, respectivamente). En este sentido, un 81%, un 57% y un 53% de los consultados votaría, respectivamente, por un candidato político que sustituyese el embargo por una política de mayor presión hacia Cuba en el respeto de los derechos humanos, que sustituyese el bloqueo por una estrategia de mayor apoyo a los emprendedores en la isla, y que promoviera el restablecimiento diplomático entre ambos países.

Al inicio de su primer mandato Obama favoreció la flexibilización de las remesas, los viajes familiares y la ampliación de las opciones de visitar la isla para los ciudadanos de EE UU. Pero este acercamiento quedó paralizado con la detención a finales de 2009 y la posterior condena del contratista estadounidense Alan Gross, cuya liberación ha sido hasta ahora para Washington una condición sine qua non para hacer nuevos gestos hacia La Habana.

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