Un tribunal de El Cairo sentencia a Mubarak a tres años de cárcel
Los hijos del exmandatario han sido condenados a cuatro años de prisión Tendrán que pagar una multa de algo más de dos millones de euros
Un tribunal egipcio ha condenado este miércoles a Hosni Mubarak a tres años de prisión por robar y malversar fondos públicos por valor de 14,3 millones de dólares (10,4 millones de euros). Sus hijos Alaa y Gamal Mubarak pasarán cuatro años en la cárcel por los mismos motivos. La sentencia se produce en vísperas de que el país afronte un nuevo proceso que marcará su futuro, ya que los egipcios están llamados a las urnas para elegir a un nuevo presidente los próximos 26 y 27 de mayo.
Tres años y medio después de la caída del dictador, su sombra sigue planeando en el país árabe. El gobernante, que se aferró al poder durante 30 años, ha sido procesado desde entonces en varias causas. Sin embargo, en agosto del año pasado, meses después de la asonada militar contra el islamista Mohamed Morsi, otro juez ordenó su salida del penal por haber sobrepasado los dos años de prisión preventiva que establece como límite la legislación egipcia.
El dictador está acusado, junto con sus vástagos, de haber utilizado a una camarilla de empresarios amigos para remodelar sus muchas mansiones y palacios con dinero público durante décadas
Desde entonces, y gracias a una medida extraordinaria aprobada por la Presidencia, Mubarak vive bajo arresto domiciliario en el hospital militar del barrio cairota de Maadi, debido a su delicado estado de salud. Allí sigue a la espera de una nueva sentencia por su supuesta implicación en la muerte de casi un millar de manifestantes durante la revolución de enero de 2011 –lo que ya le valió una cadena perpetua después revocada- o por haber vendido gas a Israel por debajo de los precios de mercado.
Sus hijos Alaa y Gamal, al que su padre pretendió posicionarlo en la línea sucesoria, acompañan habitualmente en el banquillo al exmandatario de 86 años en una larga hilera de procesos que casi siempre terminan aplazados para vistas sucesivas. Hasta que este miércoles el juez trasladó a los tribunales y al propio Mubarak de nuevo a la primera línea política. El dictador está acusado, junto con sus vástagos, de haber utilizado a una camarilla de empresarios amigos para remodelar sus muchas mansiones y palacios con dinero público durante décadas. Las corruptelas costaron al erario público egipcio más de 10 millones de euros. Los inculpados tendrán que devolver el dinero, además de pagar una multa de algo más de dos millones de euros.
Con el depuesto Mohamed Morsi desfilando también por el banquillo cada semana y tras las constantes condenas a miembros de los Hermanos Musulmanes, sorprende la condena contra el clan de Mubarak a cinco días de las elecciones. El propio exdictador manifestó hace semanas por medio de su abogado que apoya a Abdel Fatah al Sisi para que se convierta en próximo presidente de Egipto. Un proceso que deberá ser ratificado en las urnas, pero que se da por descontado ante la débil oposición del candidato de izquierdas Hamdin Sabahi.
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