La violencia de las maras salvadoreñas vuelve a crecer
Las autoridades reconocen que los homicidios agravados y las acciones contra la policía se han incrementado
Las pandillas violentas o maras han incrementado su guerra en El Salvador. Muestra de ello es el incremento de los homicidios agravados y las acciones contra la policía, hechos reconocidos este lunes por las autoridades.
Este incremento se da a conocer cuando faltan menos de dos semanas para que el segundo Gobierno del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tome posesión, después de haber ganado las elecciones presidenciales por un estrecho margen frente a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). El mandatario electo, Salvador Sánchez Cerén - quien asumirá su puesto el primero de junio próximo - prometió en su campaña que combatirá la criminalidad con inteligencia, pero frontalmente.
Según los datos, el pasado fin de semana fue muy violento, con 37 asesinatos entre sábado y domingo, para un promedio diario de 18,5 homicidios agravados. Hace mucho tiempo que no se alcanzaban cifras similares, aunque la tendencia ha sido al alza. Con estas últimas estadísticas la policía afirma que en lo que va de mes (entre el 1 y el 18 de mayo) se han registrado 211 asesinatos, con un promedio de 11,7 diarios.
Aunque el promedio en lo que va de año - del 1 de enero al 18 de mayo - es más bajo: el acumulado de homicidios agravados es de 1.285 asesinatos, una media de 9,3 asesinatos.
Además, entre el miércoles y el viernes de la semana pasada, grupos de pandilleros fuertemente armados atacaron en dos puntos distintos a grupos de agentes policiales y dejaron un agente herido. Los reportes policiales indican que en este mes se han registrado cuatro ataques a la policía, por lo general en emboscadas, una táctica de la “guerra de guerrillas”.
En lo que va año, el conteo es de 75 ataques a policías y la Fiscalía general ha tipificado este tipo de ataques contra policías o agentes del Estado como "actos terroristas", por lo que los procesados podrían enfrentar hasta 40 años de cárcel.
Tras las dos últimas emboscadas, la policía hizo una redada en la que capturó a 12 pandilleros, supuestamente involucrados en los ataques. En esta guerra han muerto cuatro agentes policiales y 15 han resultado heridos, mientras que en el bando de las pandillas han muerto 16 mareros, 30 han sido lesionados y unos 100 han sido capturados, según informes policiales.
Recientemente, en una entrevista brindada a un periódico local, el experto estadounidense en temas de criminalidad y violencia Douglas Farah, del International Assessment and Strategy Center, aseguró que llevan más de un año advirtiendo del recrudecimiento, la organización y el armamento sofisticado logrado por las pandillas. Estas son, cada vez más, tipificadas como “crimen organizado” y con nexos con el narcotráfico.
Sin embargo, otras voces desde la propia capital estadounidense, como Linda Garred y Sarah Stephens, del Center for Democracy in the Americas, ven el caso salvadoreño con más esperanzas: “A partir del primero de junio, el nuevo Gobierno del Frente Farabundo Martí (FMLN) contará con un plazo de cinco años para que El Salvador logre transformarse y pasar de ser uno de los países más violentos del mundo a una nación pacífica que ofrezca a su juventud más opciones que la emigración o una vida muy corta y brutal de delincuencia”. El 33 por ciento de los jóvenes salvadoreños de entre 19 y 24 años de edad están desempleados y no están estudiando, lo que los convierte en potenciales miembro de las maras.
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