El Gobierno mexicano toma el último bastión de Los Caballeros Templarios
El Ejército y las autodefensas entran en Arteaga, el supuesto escondite del último líder superviviente del cartel michoacano
La Sierra Madre que atraviesa Michoacán divide al estado del suroeste mexicano en dos grandes regiones: la tierra fría, al norte, y la Tierra Caliente, que ha concentrado el conflicto entre las autodefensas, civiles armados, y los Caballeros Templarios, el cartel del narco que domina la zona.
En la parte del suroeste del Estado, la que colinda con Guerrero, se asienta la parte más tupida de la sierra y la más abundante en sus reservas de hierro. Se trata de una de las zonas de mayor influencia del cartel de Los Caballeros Templarios, según detalló el comisionado Alfredo Castillo, designado por el presidente Enrique Peña Nieto para gestionar la estrategia de seguridad en el estado. Y el mandamás de la región no es otro que el último superviviente de los líderes de los Templarios: Servando Gómez La Tuta, el Señor de Arteaga. El cerco ocurre a solo unos días de que se cumpla el plazo marcado para la desmovilización de las autodefensas, marcado para el próximo 10 de mayo.
La complicada topografía de la región ha hecho de Arteaga un escondite de maleantes por décadas. Un breve publicado en el New York Times el 21 de agosto de 1919 recogía que un tal Gordiano Guzmán, líder de los alzados de la región, se escondía justamente ahí y que al Ejército mexicano le hacía imposible llegar a su escondite por lo difícil de la geografía.
El cerco ocurre a unos días de que se cumpla el plazo para la desmovilización de las autodefensas, el próximo 10 de mayo
Uno de los líderes autodefensas, Estanislao Beltrán Papá Pitufo, entró a una de las cuevas de la región en la que supuestamente se escondía La Tuta y disparó al aire su AK-47 según recoge una crónica publicada en el diario El Universal. “¡Tuta! ¡Te ando buscando!”, gritó.
Pero esa cueva, que supuestamente La Tuta utilizaba como escondite, dista mucho de los paseos que el capo daba frente a las cámaras hasta hace unas pocas semanas, cuando repartía dinero a los habitantes de Tumbiscatío (municipio vecino a Arteaga) mientras presumía, con orgullo, que era un delincuente pero “con principios”.
El hombre que mandaba asesinar porque las cartas del Tarot le indicaban que “alguien” lo estaba traicionando estaba convencido de que su labor “social” era “a favor del pueblo”, según dijo en las múltiples entrevistas concedidas a numerosos medios. Sus constantes apariciones le habían ganado, incluso, críticas al interior del cartel.
Precisamente un vídeo difundido este jueves muestra a Jesús Reyna (cuya esposa, supuestamente, es hermana de la mujer de La Tuta) durante una negociación con el capo, en la que está presente el exdiputado priista Trinidad Martínez Pasalagua, acusado de vínculos con el cartel y más tarde liberado. La reunión, según Martínez Pasalagua, fue en Tumbiscatío.
El comisionado Castillo ha informado hoy también que uno de los objetivos de la estrategia gubernamental es capturar a los criminales que se hacían pasar por autodefensas, que podrían estar vinculados a carteles rivales. Por su parte, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, de visita en Michoacán este jueves, se mostró optimista por los avances en el plan de seguridad puesto en marcha en la región y aseguró que las fuerzas de seguridad no se irán hasta que la situación "sea estable".
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