Costa Rica extradita a EE UU a un ruso sospechoso de lavado cibernético

El ciudadano ruso Maxim Chukharev ya está en alguna cárcel de Nueva York como sospechoso del mayor caso de lavado de dinero la historia, conocido como Liberty Reserve. Moscú ha perdido el pulso de varios meses que libró con Estados Unidos. Las autoridades costarricenses accedieron a extraditarlo y el traslado ocurrió de manera intempestiva el miércoles 27 de marzo, sin aviso a los familiares del joven de 26 años ni al embajador ruso en San José, quien se ha declarado “mortificado” a la espera de órdenes de la Cancillería rusa para manifestarse oficialmente. 

Chukharev, de origen ucraniano, estuvo detenido 11 meses como sospechoso de encargarse de una plataforma tecnológica capaz de soportar 55 millones de transacciones ilegales para legitimar más de 6.000 millones de dólares, de acuerdo con informes publicados por la Fiscalía de Nueva York. Fue capturado en mayo de 2013 en Costa Rica, donde vive desde hace 14 años, como resultado de un operativo que también llevó a la cárcel al supuesto cabecilla Arthur Budovsky en España, donde también es objeto de una pugna por un proceso de extradición a la que también se opone Moscú.

Rechazamos la aplicación extraterritorial de las leyes de Estados Unidos a ciudadanos rusos. Esto nos mortifica y nos provoca consternación

Embajador de Rusia en Costa Rica 

“Rechazamos la aplicación extraterritorial de las leyes de Estados Unidos a ciudadanos rusos. Esto nos mortifica y nos provoca consternación”, respondió este lunes a EL PAÍS el embajador ruso en San José, Alexander Dogadin. Contó que el jueves 27 de marzo recibió noticias de fuentes no oficiales sobre la ejecución de la extradición de Chukharev, pero no logró conversar con el sospechoso. “Eran las 7 de la mañana y me fui rápido al aeropuerto, pero no fue posible nada. Hablé con una juez y me dijo que ella solo verificaba la orden de extradición. Pedí entrar al avión, pero el capitán no me lo permitió. Nadie nos ha informado ni explicado nada”.

Chukharev, que también tiene la nacionalidad costarricense, estuvo preso aquí en espera de la resolución a la solicitud estadounidense. En todo momento alegó ser inocente y haber trabajado en soporte técnico convencional para una empresa ligada a Budovski. Hace dos semanas llegó a coserse la boca para protestar por lo que considera violaciones a sus derechos. “Ellos (autoridades costarricenses) se dejan llevar por la presión del Gobierno estadounidense, prefieren no comerse (afrontar) la bronca”, declaró Chukharev al periódico local Extra, un diario de corte sensacionalista que publicó en exclusiva la extradición del ruso.

El sospechoso esperaba que este 4 de abril, cuando vencía un nuevo plazo para estudiar la extradición, se le asegurara su permanencia en suelo costarricense, pero la orden de ejecución llegó antes. Habían pasado casi seis meses de aprobada la extradición sin que se ejecutara, en espera de garantías propias del tratado bilateral de Costa Rica y Estados Unidos para estos casos. Este jueves, policías estadounidenses y locales llegaron a la celda, lo esposaron y lo subieron a un “perrera” (camioneta para transportar reos). No se despidió de su familia, no habló con su abogada ni llevaba el pasaporte, según publicó el rotativo. La orden judicial dice que hay indicios de que el joven sea responsable de los actos que se le achacan, asociación ilícita y transacciones monetarias ilegales, condenables con penas de cárcel de hasta 20 años. La acusación está firmada por el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, quien fue declarado non grato por la Federación Rusa, como consta en el acta del Tribunal de Apelación de Sentencia Penal costarricense sobre las apelaciones para el traslado.

Liberty Reserve era una plataforma de 55 millones de transacciones ilegales para blanquear más de 6.000 millones de dólares

Así se cumplió la extradición que Moscú no quería. Ve este como un nuevo caso de aplicación de reglas estadounidenses en suelo extranjero y recortó episodios recientes, incluido el de Víctor Bout, conocido como 'El mercader de la muerte' y condenado en Estados Unidos a 25 años de prisión por tráfico de armas, después de que fue detenido en 2008 en Tailandia y extraditado tras una pugna entre Rusia y Estados Unidos similar a la que rodeó a Chukharev. “Es inadmisible”, dijeron sobre el caso de Chukharev en octubre autoridades de la Cancillería rusa al embajador de Costa Rica en Moscú, Mario Fernández. No ha habido sin embargo una reacción oficial después de ejecutada la extradición, pero es esperable que se emita, dijo el embajador ruso en San José.

De momento, el embajador Dogadin espera indicaciones para comunicarse de manera oficial con el gobierno costarricense en un mensaje que cree no será para pedir explicaciones sino para manifestar la molestia. “Esto ensombrece la relación”, agregó en referencia a un nexo Costa Rica-Rusia que se mantiene estable, aunque de menos intensidad que con Nicaragua. Esta semana comienza en San José el Festival Internacional de las Artes (FIA) con Rusia como país invitado oficial, solo días después de que Costa Rica copatrocinó en Naciones Unidas una resolución de condena a Rusia por sus acciones sobre la provincia ucraniana de Crimea.