China elude mostrar su apoyo a la Unión Europea en la crisis ucrania
El presidente Xi Jinping se convierte en el primer mandatario chino que visita la sede de la UE
Bruselas quiere más de Pekín. El presidente chino, Xi Jinping, ha sido recibido este lunes con todos los honores en la capital comunitaria, en un encuentro centrado en las relaciones comerciales entre ambos bloques económicos y que ha pretendido dar un impulso político a las negociaciones sobre el acuerdo bilateral de inversiones. En el plano internacional, la Unión Europea (UE) pretendía, aunque no lo ha logrado, convertir la primera de un jefe de Estado chino a la sede de las instituciones europeas en un gesto de apoyo a la posición europea y estadounidense sobre Ucrania. Al contrario, Xi ha preferido aferrarse a su neutralidad en el conflicto y ha reiterado su decisión de no entrar en disputas sobre la integridad territorial de terceros países.
La negativa del Xi Jinping a ofrecer una rueda de prensa conjunta con los representantes del Consejo y de la Comisión Europea ha obligado a los mandatarios de ambos bloques a despachar las cuestiones más relevantes del encuentro en un escueto comunicado: el estado de las relaciones bilaterales, la crisis del euro, la necesidad de reformas en el país asiático y asuntos internacionales de interés común como la guerra de Siria, el progreso de la negociación sobre el programa nuclear de Irán y, sobre todo, las tensiones con Rusia por Ucrania. La intención de la UE era extraer del encuentro un gesto elocuente del mandatario chino.
Tampoco Pekín ha querido dar un apoyo explícito a Rusia, su aliado tradicional, en esta crisis. Su representante en el Consejo de Seguridad de la ONU se abstuvo cuando se votó una condena del referéndum de Crimea.
El mandatario ha viajado a Bruselas acompañado por un importante —“en número y en importancia”— grupo de empresarios chinos, según han informado fuentes diplomáticas europeas. La edición digital del diario South China Morning Post cifraba en 200 el número de empresarios que acompañan a Xi Jinping en su visita a las autoridades europeas. Este despliegue tenía, según la publicación, un objetivo fundamental: relanzar el acuerdo bilateral de inversiones. El convenio, que se encuentra en fase de negociación técnica, pretende mejorar la protección a los inversores y su acceso a los mercados de bienes y servicios. “Para la economía europea es importante que se cierre pronto”, explican fuentes comunitarias. Actualmente, la UE es el primer destino de las exportaciones chinas y China el segundo mercado para los productos europeos.
A diferencia de lo plasmado en anteriores comunicados de la UE sobre China, el texto hecho público este lunes no hace mención específica a la situación de los derechos humanos en el país asiático. “No se ha tratado esta cuestión en el encuentro de hoy”, admite un diplomático europeo. En esta línea de cordialidad mutua, la delegación comunitaria ha optado por mostrar el “buen” momento que atraviesan las relaciones bilaterales con China y ha recalcado la voluntad de Xi Jinping por mejorarlas. “A diferencia de los encuentros con otros Gobiernos, muy formalistas, entre Europa y China impera el diálogo franco”, explican en Bruselas.
No opina lo mismo Frederik Erixon, del think tank Ecipe, que observa riesgos en el horizonte de las relaciones bilaterales entre ambos bloques. “Cuando las exportaciones crecían al 15% o 20% anual, las relaciones eran sencillas; ahora, con el comercio estancado, hay riesgo de que se desaten guerras comerciales intensas y dañinas para ambos”, explica. “Tanto Europa como China quieren profundizar en su relación comercial pero ninguno de los dos sabe cómo hacerlo”, explica este experto en economía internacional. “Ambos hablan de la importancia de su relación comercial pero sus palabras no tienen reflejo sobre su estrategia actual”, zanja Erixon.
El presidente chino cerrará mañana su gira por la UE con una ponencia en el Colegio Europeo de Brujas. En los últimos siete días, Xi Jinping ha mantenido encuentros bilaterales con los jefes de Gobierno de Alemania, Francia, Países Bajos y Bélgica.
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