El presidente Santos gana el primer pulso en su apuesta por la paz
La coalición de Gobierno en Colombia mantiene la mayoría parlamentaria a pesar del éxito del expresidente Uribe, principal opositor a la negociación con las FARC
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, salió fortalecido de las elecciones al Congreso de este domingo al mantener las mayorías parlamentarias necesarias para una legislatura que se aventura complicada. Con el 98% de los votos escrutados, el partido de La U, el movimiento que lo avaló como su candidato presidencial hace cuatro años y por el que se presenta a la reelección dentro de dos meses, se impuso como primera fuerza política del país a pesar de la irrupción en el Parlamento del Centro Democrático, el movimiento de derecha que dirige el expresidente Álvaro Uribe. El exjefe del Estado, mentor político de Santos (que fue ministro de Defensa en su Gobierno) es hoy su más férreo opositor y rechaza de plano la actual negociación de paz con la guerrilla de las FARC en La Habana. El nuevo Congreso de Colombia tendrá un importante papel en el desarrollo de un eventual acuerdo de paz.
Ambos partidos vivieron un tenso mano a mano durante el recuento, en el que finalmente el partido de Santos sacó 21 senadores y 37 representantes. Uribe, con un partido creado desde cero hace apenas un año, sacó 19 senadores y 12 representantes.
La U logró 2.230.000 votos en el Senado, que se vota en circunscripción única, y 2.297.000 en la Cámara de Representantes, que elige a sus congresistas en circunscripciones regionales. Con la nueva composición del Congreso, la coalición de Gobierno (Partido de la U, Partido Liberal y Partido Cambio Radical) consolida su control. En la Cámara baja retienen la mayoría absoluta con 92 (de 164 representantes), mientras que en el Senado, con 47 escaños (de 102), necesitarán pactar con el Partido Conservador, aliado de la coalición hasta hace poco.
Uribe sacó 2.045.564 votos. Queda así convertido en la principal fuerza de oposición, pero no será suficiente para controlar el Legislativo. El expresidente no ha logrado los 30 escaños en el Senado que auguraban sus más fieles seguidores, pero ha demostrado que mantiene su capacidad para conseguir votos. El respaldo a Uribe es la medida del rechazo en la sociedad colombiana al proceso de paz que impulsa Santos con la guerrilla de las FARC, una de las principales críticas del uribismo. El expresidente es un hombre combativo y sus debates frente a la paz serán fuertes y le darán dolores de cabeza a Santos, si es reelegido. Pero con todo, y a pesar de la entrada de los uribistas, la negociación tiene más aliados que enemigos en el nuevo Congreso, incluido el Polo Democrático (izquierdas), que aunque es de oposición, apoya los diálogos en La Habana.
De cara a las presidenciales del próximo 25 de mayo, Uribe y su candidato, Óscar Zuluaga, tampoco salen fortalecidos si se mira la votación al Senado, ya que la coalición de Gobierno suma casi cinco millones de votos, frente a los dos millones del expresidente. Por eso no fue extraño que lo primero que hiciera Santos, hoy presidente-candidato, fuera ir a la sede de La U, acompañado por el director del liberalismo, Simón Gaviria, y de su fórmula vicepresidencial, Germán Vargas, de Cambio Radical, a celebrar el triunfo en las parlamentarias, donde dijo que ganó la “coalición de la paz”. En su discurso, Santos mencionó a estos tres partidos y dejó por fuera al Partido Conservador. Este partido formó parte de la coalición en 2010, pero ahora tiene candidata presidencial propia.
La jornada también dejó fortalecido al Partido Liberal que, si bien no tuvo una gran votación en el Senado, tendrá la bancada más numerosa en la Cámara con 39 escaños. Los liberales serán importantes en la gobernabilidad que necesita Santos para sacar adelante la agenda legislativa, en especial lo que concierne a la implementación de los eventuales acuerdos de paz.
Otro partido ganador fue Cambio Radical, del que proviene la fórmula vicepresidencial de Santos, Germán Vargas, que a pesar de lograr solo 25 escaños y de ser minoritario en la coalición, garantiza que seguirá siendo socio en un posible segundo mandato de Santos.
Los conservadores, con casi dos millones de votos, serán determinantes en las presidenciales de mayo. Santos tendrá que lidiar con un movimiento dividido en torno a la candidata presidencial, opositora a Santos y cercana a Uribe, pero que tiene en su contra que la mayoría de los congresistas elegidos no la respaldan.
Santos ha gobernado y ha concretado parte de su agenda política en el Congreso con el apoyo de los conservadores. Sin embargo, estos han tenido diferencias con los otros socios de la coalición en temas progresistas como el matrimonio entre personas del mismo sexo. Si bien Santos tendrá una oposición importante, en cabezada por la derecha que encarna Uribe y la izquierda del Polo Democrático, espera que su nueva bancada respalde la carrera por la reelección que arranca en serio esta semana.
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