Maduro pide castigar a los supuestos agresores de un equipo cubano de béisbol
El Gobierno anuncia la detención de seis personas que hostigaron a los representantes antillanos en la Serie del Caribe
La supuesta agresión al equipo de béisbol cubano que participa en la Serie del Caribe que se celebra en la venezolana Isla de Margarita se ha convertido en un asunto de Estado. La tarde del domingo, mientras el chavismo conmemoraba el decimoquinto aniversario de la primera toma de posesión de su fallecido líder Hugo Chávez, su delfín -Nicolás Maduro - hizo un largo inciso para repudiar el hecho. “Es inaudito que se haya intentado agredir a un grupo de deportistas, presos van a ir (los culpables). Ya basta. Cobardes mil veces”, bramó el mandatario en medio de los aplausos de sus simpatizantes congregados en el palacio presidencial de Miraflores. Minutos después pidió castigar “la agresión con las normas más grandes y severas que haya”.
Todo comenzó en la mañana del domingo, cuando un grupo de 200 personas protestó a las afueras del Centro Comercial La Vela por la presencia de la novena antillana Villa Clara en la competición. La oposición venezolana siente como una afrenta a la soberanía la tutela que ejerce el régimen castrista sobre la autodenominada Revolución Bolivariana desde 1999. Más tarde, según un boletín de prensa del Ministerio Público, seis hombres trataron de impedir de forma violenta el ingreso de los miembros de la delegación cubana al hotel donde se hospedan.
La fiscal 14 del Estado Nueva Esparta imputará en las próximas horas a Carlos Jiménez Ortega, Carlos Carrera Hernández, David Corzo Ramos, Jackson González Valero, Simón Rodríguez Marcano, y Nelson Hernández Quijada, por supuestos delitos que no fueron precisados en el comunicado. Solo se especifica que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y la policía regional capturaron a los hombres cuando arrojaban objetos contra el autobús en el que se trasladaba el equipo cubano.
El gobernador de la isla, Carlos Mata Figueroa, también se refirió a los hechos y dijo que se “aplicará todo el peso de la ley contra quienes promuevan actos vandálicos”. Mata Figueroa informó además que también hubo daño a vehículos y a la infraestructura del hotel que aloja a los cubanos. “Seremos severos”, prometió. El ministro de turismo Andrés Izarra entretanto calificó la protesta como una acción de grupos fascistas. Fue el único vocero oficial que señaló a un partido opositor, Voluntad Popular, de estar detrás de las presuntas agresiones.
Hasta el momento, la oposición no ha reconocido a estas personas como miembros de alguna de sus organizaciones. Sin embargo, el coordinador de Voluntad Popular en el estado Nueva Esparta, Juan Bautista Mata, denunció que el concejal Giusseppe Di Fabio había sido detenido por el Sebin, la policía política venezolana. Junto a Di Fabio también fue detenido el activista de VP Jess Noriega.
El hecho parece no sólo una reminiscencia de la Guerra Fría. También es un déjà vu de episodios similares protagonizados en el pasado por la misma izquierda que hoy está en el poder. Cuando la izquierda que hoy acompaña al chavismo estaba en la oposición durante los años sesenta del siglo pasado, también repudiaron con violencia la visita de mandatarios estadounidenses a Caracas. La protesta se produce en el marco de asambleas de ciudadanos convocadas el domingo por un ala de la oposición –encabezada por los dirigentes María Corina Machado y Leopoldo López- que busca mediante manifestaciones en la calle provocar la salida de Maduro dentro del marco de la Constitución.
Cuba regresa a la Serie del Caribe después de más de medio siglo de ausencia. En 1960 Fidel Castro, un año después de su entrada triunfal a La Habana, abolió el deporte profesional y condenó al evento de béisbol regional a su desaparición. Hasta ese momento, los representantes cubanos se habían impuesto en siete de los doce torneos organizados. Diez años después, en 1970, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana reanudaron la competición de campeones de la cuenca del Caribe. Años después se sumó la novena mexicana campeona de la liga de béisbol que se juega en los estados del Pacífico durante las vacaciones invernales del béisbol de las Grandes Ligas estadounidenses.
La participación cubana desafía las preocupaciones del organismo rector del béisbol estadounidense, Major League Baseball, que ha denunciado la posible violación del vigente embargo contra la isla. Venezuela ha pasado de largo de esas advertencias por dos razones: una política y otra deportiva. Las reformas iniciadas por Raúl Castro en 2006 permiten entender que el régimen de la isla haya autorizado la invitación de la organización. Cuba sigue el ejemplo del modelo chino que combina la represión política con una incipiente apertura económica. Está además el hecho de la fuerte relación con Caracas. Maduro es visto por los analistas como el hombre que impuso La Habana para profundizar los lazos políticos y económicos iniciados durante el Gobierno de Hugo Chávez.
La razón deportiva no es menos importante. El clásico regional del béisbol languidecía por la falta de interés que despertaba entre los jugadores de las Grandes Ligas, cuyos equipos ejercen una férrea tutela en las ligas que se juegan durante la pausa del invierno estadounidense. Una serie de acuerdos y cláusulas impiden a los deportistas latinoamericanos uniformarse con los clubes de sus países de origen. Además, muchos peloteros prefieren descansar en estos primeros días de febrero antes de reportarse a la pretemporada con sus equipos. La vuelta de Cuba es vista como un aliciente para recuperar las pérdidas económicas que generaba la serie año a año. Es legendario el poderío de los cubanos en este deporte.
La mayor de las Antillas está representada por el campeón del torneo local, Villa Clara, que se está midiendo a los representativos de Venezuela (Navegantes del Magallanes), Puerto Rico (Indios de Mayagüez), República Dominicana (Tigres del Licey) y México (Naranjeros de Hermosillo). No le ha ido muy bien en el comienzo de la serie. Ha perdido sus dos primeros juegos ante las representaciones de México y Venezuela.
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