El funeral de la miss venezolana se convierte en un acto de masas

Los funerales de la exmiss Venezuela 2004 Mónica Spear y su exesposo Thomas Henry Berry terminaron convertidos en un acto de masas que ha unido en el dolor a familiares, actores y admiradores del trabajo de la actriz.

La familia se vio obligada a abrir antes de tiempo la capilla donde reposan sus restos para que entrara la gran cantidad de público que hizo fila desde tempranas horas de este jueves para verla por última vez. El sepelio, previsto para las once de la mañana, se retrasó dos horas debido a la gran cantidad de gente que quería verla, y al servicio religioso ofrecido a la familia y a los amigos más cercanos de la pareja, que se efectuó a puertas cerradas. Cuando el féretro salió hacia su última morada se escucharon los aplausos de los presentes.

Muchos se trasladaron desde la provincia y lloraron el asesinato. Sus padres, que llegaron a Venezuela procedentes de Orlando, Florida, donde residen, en un avión fletado por el gobierno, aceptaban las condolencias de los fanáticos y hablaron con los medios de comunicación apostados en el sitio. El portavoz principal fue el padre de la actriz, Rafael Spear, quien pidió a través de las cámaras de la televisión que recordaran a su hija “como un ángel y alguien que amó a Venezuela”.

El doble homicidio ha conmocionado al país no sólo por las circunstancias en las cuales ocurrió, sino por el trágico destino de la hija de la pareja, única sobreviviente del ataque. La niña ha sido dada de alta con la bala que provocó la herida aún dentro de su pierna. Los médicos consideraron que no era necesario extraer el proyectil porque en su trayectoria no comprometió los músculos. Ella no sabe que sus padres murieron y aún no ha preguntado por ellos. Tampoco parece recordar qué ha ocurrido. “Lo único que dice es que su mami le arrojó una botella y la hirió en la pierna”, contó Rafael Spear.

El padre de la actriz dijo tener muy claro cuál será el destino de su nieta: “Trataremos de llevárnosla a Estados Unidos para que crezca entre nosotros. Ojalá pueda resolver esto con las autoridades venezolanas y estadounidenses”. Una de las participantes del Miss Universo 2005, la representante de Estados Unidos Chelsea Cooley, anunció que iniciaría una campaña para recoger fondos para la educación de la niña.