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Milicianos de Al Qaeda toman la ciudad iraquí de Faluya

El primer ministro Al Maliki asegura en televisión que sus tropas eliminarán "los grupos terroristas"

Funeral por un miliciano suní muerto en un enfrentamiento con las tropas del Gobierno.
Funeral por un miliciano suní muerto en un enfrentamiento con las tropas del Gobierno.STR (AP)

El Gobierno de Irak ha perdido el control de la ciudad de Faluya, a unos 70 kilómetros, al oeste de Bagdad a manos de combatientes de Al Qaeda. Milicianos vinculados a la red terrorista controlan ahora el sur de la ciudad, según ha informado a la BBC una fuente de seguridad. Un periodista iraquí ha añadido a la cadena británica que milicianos tribales vinculados a Al Qaeda controlan el resto de la ciudad. Un corresponsal de France Press en la localidad confirmó que está “totalmente controlada por Al Qaeda” y que ni las fuerzas de seguridad ni las milicias Sahwa contrarias a la red terrorista estaban presentes en la ciudad este sábado.

Faluya es tristemente conocida en todo el mundo por haber sido escenario de la batalla más cruel durante la ocupación de Irak por Estados Unidos en 2004, cuando dos tercios de sus 300.000 habitantes abandonaron la ciudad tomada por la insurgencia ante los bombardeos de la aviación estadounidense.

La electricidad fue cortada por completo, los generadores no funcionaban debido a la escasez de combustible y las panaderías abiertas mostraban largas colas a sus puertas.

Muchas personas han abandonado la ciudad, como Salam Kritawi, un taxista de 27 años que salía de Faluya con su esposa y dos hijos pequeños.

El Ejército iraquí bombardeó ayer la ciudad en un intento de reconquistarla. El primer ministro, Nuri al Maliki, ha declarado a la televisión estatal que sus soldados eliminarán a todos los grupos terroristas: “No nos rendiremos hasta que hayamos acabado con todos los grupos terroristas y hayamos salvado al pueblo de [la provincia de ] Anbar”.

La toma de Faluya supone un agravamiento del conflicto sectario en Irak. Combatientes suníes vinculados a Al Qaeda se han aliado con milicianos tribales en su oposición al primer ministro, el chií Nuri al Maliki, y su avance supone un gran desafío a la autoridad del Gobierno central en la provincia de Anbar.

El grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS, por sus siglas en inglés) ha ido ganando terreno durante los últimos meses en esta provincia de mayoría suní donde pretende crear un Estado bajo las premisas de esa secta islámica.

Tropas gubernamentales combatían ayer también en Ramadi, donde a diferencia de lo que ocurre en Faluya cuenta con el apoyo de los grupos tribales, en un intento de arrebatar su control a los milicianos de Al Quaeda. Es la primera vez en varios años que grupos insurgentes suníes toman ciudades y son capaces de retenerlas.

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