El Gobierno boliviano acusa a EE UU de permitir la fuga del empresario preso
El ministro del Interior asegura que la Administración norteamericana planeó y ejecutó una operación para sacar a Ostreicher del país
El ministro boliviano del Interior, Carlos Romero, ha denunciado que la salida ilegal del estadounidense Jacob Ostreicher de Bolivia solo fue posible con apoyo de un grupo de élite y con el conocimiento del Gobierno de Estados Unidos.
Romero se ha referido a las publicaciones de la prensa extranjera y a las declaraciones de autoridades estadounidenses y de figuras políticas y cercanas a Ostreicher, ahora en su país, para concluir “de manera categórica y denunciar a la comunidad internacional que ha salido ilegalmente del país como producto de una operación que ha sido planificada, diseñada y ejecutada por el Gobierno de Estados Unidos”.
El estadounidense de origen judío, que afrontaba un proceso judicial por presunto blanqueo de dinero y por sospechas de vínculos con el narcotráfico, ha sido declarado como “prófugo de la justicia boliviana” y se pedirá a Interpol su captura, según las autoridades bolivianas.
Sobre Ostreicher pesaba una pena de arresto domiciliario desde diciembre de 2012 hasta que el domingo pasado salió del país por algún punto de la frontera con Perú. Los 18 meses anteriores estuvo recluido, de forma preventiva, en el penal de máxima seguridad de Palmasola, Santa Cruz, y, según él mismo denunció ante las autoridades, estaba siendo sometido a presiones y chantajes por parte de una red de extorsión que actuaba desde el Ministerio del Interior, la Fiscalía y el poder judicial.
El ministro Romero ha asegurado que el estadounidense no salió del país por ningún puesto de control en frontera. “Ha debido de abandonar el país a través de una operación que le ha permitido utilizar algún acceso a territorio peruano donde no hay control oficial del Estado” ha explicado en la rueda de prensa. También ha señalado su presunción sobre la participación de la embajada de Estados Unidos en La Paz y no ha descartado sugerir a su colega de Asuntos Exteriores la petición de un informe a esa oficina diplomática.
Esta es la segunda fuga al exterior que se da en Bolivia desde el pasado agosto. Hace cuatro meses, el senador boliviano Roger Pinto –asilado entre mayo de 2012 y agosto de 2013 en la embajada de Brasil en La Paz- viajó subrepticiamente por tierra en un vehículo diplomático hasta alcanzar la frontera, cansado de la negativa gubernamental de otorgarle salvoconducto. Pinto denunció los presuntos nexos de algunas autoridades con el narcotráfico. Casi al mismo tiempo, la justicia inició varios procesos en su contra que le obligaron a buscar asilo en la embajada brasileña.
Muchas organizaciones judías, activistas por los derechos humanos, figuras políticas y el actor Sean Penn formaron parte de una cadena solidaria que se organizó en EE UU para lograr el retorno de Ostreicher a su país. Durante meses se elaboró un plan de fuga que ha incluido el secuestro del estadounidense y su inmediato traslado a Perú y luego a Estados Unidos; la operación estuvo a cargo de profesionales y estaba en conocimiento del Departamento de Estado, según el diario El Deber, de Santa Cruz.
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