Argentina revierte la absolución de una red de trata de personas
El tribunal superior de Tucumán condenó a diez personas absueltas hace un año por la tenacidad de una 'madre coraje'
En 2002 una red de trata secuestró a su hija, Marita Verón, de entonces 23 años, para esclavizarla y prostituirla. Ella, Susana Trimarco, devino en madre coraje, se enfrentó con un sistema judicial y policial que no investigaba el caso y se puso a averiguar ella misma, incluso disfrazándose de prostituta para infiltrarse en clubes de alterne. Consiguió así llevar al banquillo a 13 personas, pero en el juicio oral que se celebró el año pasado en su provincia, Tucumán, en el noroeste de Argentina, el tribunal las absolvió a todas. Aquel falló fue un duro golpe al progreso de la lucha contra la trata en este país sudamericano, después del impacto que había tenido la difusión del caso de Marita Verón para concienciar a la población. Un año después, el pasado martes la Suprema Corte tucumana revisó el fallo y condenó a diez de los 13 acusados.
“(La nueva sentencia es) una luz de esperanza en la lucha contra el delito de trata de personas, y también para mí, que fui custodia del proceso (de investigación) durante 11 años de mi vida”, destacó Trimarco, que ha formado una fundación para ayudar a las víctimas de la esclavitud sexual. Una de las sospechas es que su hija haya sido enviada a España, pero nunca más hubo certezas sobre su paradero. “No puedo decir que estoy feliz, porque lo estaré cuando encuentre a mi hija, pero lo de ayer fue un avance de todos los que trabajaron contra este delito complejo, que aún muchos jueces no comprenden”, dijo Trimarco este miércoles a la prensa al salir de una visita a la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina). La absolución de todos los acusados en diciembre de 2012 había servido como uno de los argumentos de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para impulsar una reforma para “democratizar la justicia”, pero la principal ley reformista finalmente fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema del país.
“Quiero la pena máxima para estos (diez) delincuentes”, deseó la madre coraje. El máximo tribunal de Tucumán determinó que serán otros jueces de menor rango los que establezcan la cantidad de años que deberán pasar en prisión los acusados. El abogado de dos de los condenados anticipó que apelará el fallo ante la Corte Suprema de Argentina y lo calificó de “totalmente político y polémico”.
Uno de los abogados de la madre coraje, José D’Antona, lamenta que fuesen absueltos dos de los acusados, la exesposa y el excuñado de Rubén Ale, alias la Chancha, líder de la barra brava del club San Martín que está investigado por lavado de dinero y a quien Susana Trimarco acusa de ser el máximo responsable del secuestro de su hija. Pero Ale ni siquiera fue sentado en el banquillo en el juicio de 2012.
En conversación telefónica, el abogado de Trimarco explica que el año pasado el tribunal del caso no tomó en cuenta los testimonios de mujeres que habían sido víctima de las redes de trata y que habían informado sobre la suerte de Verón en diversos prostíbulos. Dos de los tres jueces intervinientes, Eduardo Romero Lascano y Alberto Piedrabuena, esgrimieron en su momento que las declarantes habían caído en contradicciones entre lo que habían dicho en la etapa de instrucción del caso, entre 2002 y 2004, y en el juicio oral del año pasado. Los dos enfrentan un proceso que puede llevarlo a la destitución por aquel fallo. El abogado D’Antona señala que no tuvieron en consideración que ciertas “confusiones” de las declarantes se debían al paso del tiempo y al olvido propio del estrés postraumático de mujeres que había sido violadas y esclavizadas durante seis meses u ocho años, según los casos.
La lucha de Trimarco marcó un antes y un después para concienciar a Argentina sobre el drama de la trata, según D’Antona. A partir de su historia, que llegó a ser tomada como tema de una exitosa serie de televisión local, el país sudamericano aprobó leyes contra la esclavitud sexual. “El fallo del año pasado desmoralizó a los que denunciaban”, reconoce el abogado. “Pero también llevó a que se aprobaran nuevas leyes contra la trata, se cerraran prostíbulos. El nuevo fallo sienta un precedente a la hora de considerar los testimonios con visión de género. Ahora la lucha contra la trata es una política de Estado del kirchnerismo y de gobiernos provinciales que no lo son. Hay cada vez más víctimas que denuncian y que son asistidas. Hoy hay menos trata en Argentina, hay más obstáculos para que haya”, destaca D’Antona.
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