El Senado aprueba un presupuesto fruto de un acuerdo bipartidista en EEUU
Con 64 votos a favor y 36 en contra, el pacto alcanzado por ambos líderes de ambas Cámaras del Congreso de Estados Unidos garantiza un futuro de dos años sin cierres de Gobierno
Tanto pertenecía al pasado la sensación que el ambiente era casi festivo en el Congreso tras la aprobación hoy del primer presupuesto fruto del consenso bipartidista en tres años. Atrás queda el fantasma de un nuevo cierre de Gobierno, como el que el pasado mes de octubre paralizó la Administración federal durante 16 días con un altísimo coste social y económico. Por delante quedan dos años en los que el país no tendrá que volver a temer un nuevo shutdown.
El Senado aprobaba por 64 votos a favor y 36 el acuerdo bipartidista diseñado por la senadora demócrata Patty Murray y el congresista republicano Paul Ryan (líderes de los comités presupuestarios de ambas cámaras) que suaviza algunos de los recortes más duros que entraron en vigor con el conocido como sequester, el procedimiento que el pasado marzo puso en marcha recortes draconianos ante la falta de acuerdo sobre las cuentas de la nación (y que se había creado para que su mera amenaza forzara un pacto en el Congreso, lo que no sucedió). Nueve republicanos sumaros su voto a los 55 senadores demócratas dando su aprobación a una legislación que ahora solo requiere de la firma del presidente Barack Obama, que casi con seguridad lo hará antes de partir de vacaciones el viernes rumbo a Hawai.
Los republicanos que se sumaron a los demócratas fueron Saxby Chambliss (Georgia); Susan Collins (Maine); Orrin G. Hatch (Utah); John Hoeven (Dakota del Norte); Johnny Isakson (Georgia), Ronald Johnson (Wisconsin); John McCain (Arizona), Lisa Murkowski (Alaska) y Rob Portman (Ohio). Tres de los republicanos que ayer martes votaron para poner fin al debate y pasar a la votación final no sieron sin embargo su apoyo hoy a la lesgilación bipartidista. Estos senadores fueron Lamar Alexander (Tennesse); Roy Blunt (Misuri) y Jeff Flake (Arizona).
La aprobación final del presupuesto bipartidista quedaba casi despejada ayer martes tras una votación de procedimiento (destinada a poner fin al debate) que se producía en el Senado y que ahuyentaba el temor a maniobras de bloqueo por parte de senadores republicanos afines al Tea Party, quienes mostraron su oposición a las cuentas federales desde el comienzo de la negociación. Tras la votación del martes, que conjuró el peligro del filibusterismo -con 67 senadores a favor y 33 en contra, siete más e los necesarios-, solo se requería una mayoría simple de 51 votos.
La legislación propuesta por Murray y Ryan avanzó hacia el voto final tras el apoyo dado el martes por 12 senadores republicanos, lo que supuso un importante respaldarazo tras semanas de incertidumbre sobre qué pasaría debido a la postura intransigente del Tea Party. Importantes figuras del Partido Republicano, como el senador por Florida Marco Rubio, Rand Paul (Kentucky) y Ted Cruz (Texas), se han opuesto debido a que incrementa el gasto con la futura promesa de que habrá recortes en el futuro.
El proyecto de presupuesto contempla una reducción del déficit de 23.000 millones de dóalres sin aumnetar los impuestos y elimina 63.000 millones de los 85.000 en recortes automáticos en marchas desde marzo. A pesar de que, como ya dijera Ryan durante su presentanción hace dos semanas no todo el mundo conseguriía todo lo que quería, los republicanos han logrado que no se suban los impuestos y se eliminen parte de los recortes en Defensa y los demócratas han conseguido frenar significativos ajustes en programas de carácter social.
El acuerdo presupuetario, aunque modesto, tiene tintes históricos debido a que pone fin a la gobernanza a golpe de crisis al que se había acostumbrado Washington. La nueva ley pone fin a un año que comenzó con la amenaza en enero de lograr un acuerdo que evitara el ‘abismo fiscal’ que hubiera supuesto una importante subida de impuestos y recortes de gasto; continuó con el temor de no lograr aumentar el techo de la deuda y entrar en suspensión de pagos y concluyó con 16 días de parálisis federal administrativa que supusieron a las arcas del Tesoro más de 25.000 millones por 16 días de crisis –cierre del Gobierno desencadenado por el inútil intento de un grupo de políticos afines al Tea Party de intentar frenar la puesta en marcha de la conocida popularmente como Obamacare, la reforma sanitaria del presidente-.
El pasado jueves, un resultado contundente en la votación en la Cámara de Representantes del Congreso garantizaba a última hora un futuro de dos años en Estados Unidos libre de amenazas –y concreciones- de shutdown. Con 332 legisladores a favor y 94 en contra, la Cámara aprobaba el plan bipartidista presentado dos días antes por los líderes del Congreso y que contemplaba una modesta reducción del déficit de 23.000 millones de dólares sin aumentar los impuestos y reduciendo partidas de gastos de manera más moderada a como impuso el secuestro económico. El plan fue aprobado casi por igual número de congresistas republicanos -169- que demócratas -163-.
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