_
_
_
_
OBITUARIO

Lucien Neuwirth, liberador de las mujeres francesas

El antiguo héroe de la Resistencia y político gaullista venció enconadas resistencias para lograr legalizar la píldora en 1967

Lucien Neuwirth, político francés, en 2007.
Lucien Neuwirth, político francés, en 2007.PATRICK HERTZOG (AFP)

El político Lucien Neuwirth (Saint-Etienne, este de Francia, 1924) libró muchos combates, empezando por el de la Resistencia francesa a la ocupación nazi, en la que se enroló todavía adolescente. Gaullista convencido durante toda su vida, su mayor victoria la logró como diputado, al forzar la aprobación de la legalización de la contracepción en la Francia conservadora de vísperas de mayo de 1968. Décadas después fue un defensor de la lucha contra el dolor en los hospitales y a favor de los tratamientos paliativos. “He legislado del nacimiento a la muerte”, bromeaba. Enfermo de Alzheimer en los últimos años, Neuwirth murió el 26 de noviembre a los 89 años en París, como consecuencia de una infección pulmonar.

Neuwirth tenía tan solo 16 años cuando se enroló en la Resistencia con una pandilla de amigos. Tras una breve detención, se sumó en Londres como paracaidista a las Fuerzas Francesas Libres del general De Gaulle. Luchó en Bretaña, Bélgica y Holanda, donde el 7 de abril de 1945 fue capturado por los alemanes, sobreviviendo de milagro a un fusilamiento.

Después de la guerra, se sumó al partido recién creado por De Gaulle, el RPF. Fue portavoz del Comité de Salvación Pública de Argel que durante el golpe de los militares de 1958 pidió y consiguió el regreso de De Gaulle a la presidencia, que había abandonado en 1947.

Elegido diputado por primera vez en 1958, emprendió entonces su combate a favor de la contracepción, multiplicando los contactos. En 1967, después de años de preparación, presentó su proyecto de ley en la Asamblea. Tuvo que enfrentarse a duros insultos, dentro y fuera de su partido, amenazas, y su hija de 13 años fue expulsada del colegio religioso en el que estudiaba. Entre sus opositores más feroces contó con algunos compañeros de partido, empezando por el exministro de Justicia Jean Foyer, para quien la legalización de la contracepción suponía “la abominable explotación de todo lo que hay de animal y de porcino en el alma humana”.

Convocado por el general De Gaulle en El Elíseo para explicar su proyecto de ley, Neuwirth expuso: “Mi general, con la Liberación dio el derecho de voto a los mujeres, se lo ganaron durante la Resistencia. Ha llegado el tiempo de darles el derecho a controlar su fecundidad, representan la mitad de nuestro pueblo, no se las puede considerar como ciudadanas a medias”. Logró convencer al presidente y a la Asamblea, donde su iniciativa fue aprobada en 1967, aunque los últimos decretos de aplicación no se publicaron hasta 1972.

Georges Pompidou le advirtió que como defensor de un tema tan tabú nunca lograría la reelección ni podría ser nombrado ministro, según recuerda el diario Le Figaro. Neuwirth efectivamente nunca entró en el gobierno, pero fue diputado de forma ininterrumpida hasta 1981, barrido por la ola rosa que acompañó la elección del primer presidente socialista de la V República, François Mitterrand. Pasó entonces al Senado, donde permaneció hasta 2001. Desde allí esbozó en los años noventa la legislación sobre el dolor y los tratamientos paliativos. Su última intervención pública como político fue ante la comisión de Asuntos Sociales del Senado, en 2001, como defensor esta vez de la legalización de la píldora del día siguiente.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_