_
_
_
_

La oposición ucrania une fuerzas

El líder más popular es Vitali Klichkó, campeón mundial de boxeo

Pilar Bonet
Opositores duermen en el suelo del Ayuntamiento de Kiev.
Opositores duermen en el suelo del Ayuntamiento de Kiev.STOYAN NENOV (Reuters)

Vitali Klichkó, de 42 años, campeón europeo y mundial de boxeo en múltiples modalidades y poseedor de récords en victorias por K.O, es el más popular en el trío de políticos ucranianos que aúnan sus fuerzas contra el presidente Víctor Yanukóvich. Los otros dos son Oleg Tiagnibok, de 45 años, un nacionalista oriundo de Lvov, y Arseni Yatseniuk, de 39, un tecnócrata que gestiona el partido de la encarcelada Yulia Timoshenko.

Nacido en Asia Central, donde su padre, un oficial de aviación soviético, estaba destinado en 1985, Klichkó volvió con su familia a Ucrania y allí se formó como preparador deportivo y, junto con su hermano Vladímir, hizo carrera en el boxeo. Hoy, en la sede de los sindicatos de Kiev, convertida en el estado mayor de la "eurorevolución", Vitali declina promocionarse cuando le preguntan si mantiene su propósito de competir por la presidencia del Estado. "Veremos cuando se celebren los comicios quien tiene más posibilidades de derrotar a Yanukóvich que ha concentrado muchos recursos en sus manos", dice.

Pero a principios de noviembre, cuando la crisis que sacude a Ucrania se estaba gestando, Klichkó decía a esta corresponsal:. "Soy capaz de reunir un equipo de gente profesional, dispuesta a trabajar, con cualidades morales y dispuesta a asumir responsabilidades por las reformas que Ucrania necesita para ser un país moderno".

"En política", me explicaba entonces, "empleo las mismas cualidades que me dieron éxito en el deporte: disciplina organización, trabajo en equipo, responsabilidad, fuerza de voluntad, capacidad de proponerme un fin y lograrlo".

"El principal problema de Ucrania es la corrupción que destruye el Estado", afirmaba. Y añadía: "Solo un equipo en el que la gente confíe puede hacer las reformas necesarias, en Sanidad, en Justicia, y en lograr el cumplimiento de las leyes". Los hermanos Klichkó dirigen una fundación benéfica (10 complejos deportivos y centenares de instalaciones) para divulgar el deporte gratuito entre los jóvenes. Su trabajo en este ámbito es muy elogiado.

Klichkó llegó a la política como consejero del presidente Víctor Yúshenko, al que ayudó en la Revolución Naranja. Se curtió en el ayuntamiento de Kiev y en 2012 entró en la Rada Suprema después de que su partido Alianza Democrática Ucraniana por la Reforma (UDAR en abreviatura ucraniana) consiguiera casi un 14% de los votos. El boxeador habla inglés y alemán y aprende deprisa, pero Yanukóvich puede frenar su avance con leyes que excluyan de la liza a quienes han residido en el extranjero durante un determinado plazo, lo que podía afectar a Klichkó que vivió en Alemania.

Tiagnibok, un cirujano que milita en las filas del nacionalismo ucraniano desde que era estudiante, es una figura difícil de aceptar en las regiones de cultura rusa del Este del país. Con el tiempo Tiagnibok ha incrementado su apoyo y también ha moderado su lenguaje. Las elecciones de 2012 le permitieron ingresar en el parlamento con 36 diputados (Klichkó tiene 42). En las presidenciales de 2010, en las que cosechó menos de un 2%, abogaba por hacer de Ucrania una potencia nuclear, convocar un referéndum para abolir la autonomía de Crimea, facilitar el retorno de los "ucranianos étnicos" e introducir visados para los rusos.

Como abogado, economista, Yatseniuk adquirió experiencia en provincias y luego llegó a ser ministro de exteriores y speaker de la Rada. En el trío de oposición parece el más impaciente y el de retórica más radical. En las Presidenciales de 2010 obtuvo el 6,96 % de los votos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_